Se trata de los mismos cinco hombres que presuntos miembros del Cártel del Golfo (CDG) habrían abandonado el jueves en una calle de Matamoros, acusándolos de haber cometido el rapto sin autorización de sus jefes criminales, informó una fuente de la fiscalía a la AFP.
Previamente, el fiscal de Tamaulipas, Irving Barrios, dijo en Twitter que su despacho detuvo a cinco presuntos autores del secuestro del viernes pasado y los homicidios.
Añadió que una persona que custodió a los cautivos, que ya había sido detenida, fue también vinculada a proceso.
El jueves, medios locales difundieron un panfleto en el que el CDG ofrecía disculpas por los hechos y aseguraba que los atacantes actuaron sin su autorización y por ello los entregaron.
Una imagen de ese manuscrito junto a cinco hombres maniatados, encapuchados y tendidos en el asfalto también circuló en redes sociales sin que autoridades confirmaran su autenticidad.
Los cuatro estadounidenses fueron secuestrados el 3 de marzo por presuntos miembros del Cártel del Golfo. Según autoridades locales, estaban en Matamoros porque uno de ellos planeaba someterse a una cirugía estética.
EE. UU. busca justicia
Las autoridades mexicanas hallaron el martes pasado a dos de los estadounidenses sin vida, uno herido y una mujer ilesa.
Los supervivientes fueron entregados a autoridades estadounidenses ese mismo día y el jueves fueron repatriados los fallecidos.
Este viernes, el embajador estadounidense en México, Ken Salazar, dijo en rueda de prensa que Washington no descansará «hasta que los culpables enfrenten a la justicia».
«El equipo de los Estados Unidos trabaja en este caso día y noche, le estamos dando seguimiento, pero estamos haciéndolo con el apoyo del gobierno mexicano», afirmó.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo además que se analiza si la fiscalía general del país atrae el caso.
«Como es un asunto importante, porque está de por medio el prestigio de nuestro país y del gobierno, tenemos que ir a fondo, conocer la verdad, y tenemos que ayudarnos todos», dijo en su conferencia matutina.
Evocó también reportes que señalan que los estadounidenses tenían antecedentes penales en su país.
En tanto, ambos gobiernos anunciaron este viernes en un comunicado el reforzamiento de su compromiso para combatir el tráfico ilícito de fentanilo -una potente droga sintética que ha matado a decenas de miles de estadounidenses-, así como el comercio ilegal de armas hacia México.
El anuncio ocurrió luego de la reunión que López Obrador sostuvo el jueves con la asesora presidencial de Seguridad Interior estadounidense, Elizabeth Sherwood-Randall, y altos funcionarios de ambos países.
«Las autoridades de México y Estados Unidos se reunirán nuevamente en dos meses en Washington D.C. para revisar y analizar con mayor profundidad la eficacia de las políticas», señalaron en el boletín.
El mandatario designó además a su secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, como líder y contraparte de Sherwood-Randall en el combate al fentanilo.