Los bonos de El Salvador se dispararon esta semana por las negociaciones que inició el Gobierno de El Salvador (GOES) junto al Fondo Monetario Internacional (FMI), el pasado 6 de abril.
En el comienzo de la venta de bonos salvadoreños en el mercado internacional se obtuvo un rendimiento adicional de entre 0.50 y un punto, lo que asegura que los inversionistas nacionales e internacionales están dispuestos a comprar, y da un mensaje que el riesgo de El Salvador está bajando, y que, por ende, es un socio seguro para invertir.
El Banco Central de Reserva (BCR) indicó que el bono con vencimiento en 2050 registraba el mayor incremento diario, de 2.34 %, hasta alcanzar un precio de 93.8 %; mientras que el bono del 2041 subía un 1.61 %, hasta un precio de 100.13 %. Con los incrementos del día, casi la totalidad de emisiones se transaba en niveles superiores al 100% y registraban ganancias acumuladas de hasta un 3.51 % en los últimos cinco días.
El BCR explicó que «con los movimientos de este día (ayer), casi todos los bonos registraban ganancias, lo que los ha llevado a sus niveles más altos en casi un año».
«El incremento de precio de los bonos salvadoreños es resultado de una mejora en la confianza de los inversionistas hacia el país, lo que se traduce en una mayor demanda de dichos títulos como inversión para sus portafolios, por lo que están dispuestos a pagar un precio mayor o, dicho de otra manera, están dispuestos a aceptar un rendimiento menor dada la relación inversa entre rendimiento y precio de los bonos», dijo la institución bancaria por medio de un comunicado.
Las reuniones entre el Gobierno y el FMI, que iniciaron el martes pasado de manera virtual, tienen la finalidad de asegurar que las finanzas públicas sean sólidas, y además, obtener el financiamiento necesario para ejecutar los grandes proyectos de país a corto, mediano y largo plazo.
Las conversaciones se dan en atención a la misión regular del Artículo IV, y a la solicitud del Gabinete de El Salvador al FMI de un financiamiento del Servicio Ampliado del Fondo (SAF o extended Fund Facility, en inglés).
En una conferencia de prensa, el ministro de Hacienda, Alejando Zelaya, explicó que «este tipo de acuerdo dará sostenibilidad en la deuda y el gasto, y previsibilidad a nivel de los ingresos generando confianza a nivel de los mercados internacionales y con los organismos multilaterales».
Luego de las conversaciones el país podría llegar a una negociación con el FMI por un total de $1,300 millones, lo que serviría para revitalizar la economía salvadoreña.
El martes pasado, el organismo mejoró la perspectiva económica de El Salvador haciendo una proyección del 4.2 %, según el informe Perspectivas Económica Mundial (WEO, por sus siglas en inglés).
En enero pasado el FMI proyectó que la economía salvadoreña solo subiría un 4 %; sin embargo, en su informe presentado este día incrementó el rango de crecimiento en dos puntos porcentuales dando como resultado una mejora en las finanzas salvadoreñas.
La multilateral indicó que la perspectiva de crecimiento a nivel mundial no depende solo del resultado de la batalla entre el virus y las vacunas, sino también de la eficacia con la que las políticas económicas implementadas en condiciones de alta incertidumbre pueden limitar el daño duradero de esta crisis sin precedentes.
Por su parte, el Banco Central de Reserva (BCR) indicó que la economía salvadoreña en 2021 será favorable, pues continúa la recuperación, de manera que el crecimiento económico se ubicaría en torno al 6.0 %, dentro de un rango que oscila entre el 5 % y 6 %.
«Este tipo de acuerdo lo que va a dar es sostenibilidad en la deuda y en el gasto y previsibilidad a nivel de los ingresos generando confianza a nivel de los mercados internacionales y con los organismos multilaterales».
Alejandro Zelaya, ministro de Hacienda.
«El incremento de precio de los bonos salvadoreños es resultado de una mejora en la confianza de los inversionistas hacia el país, lo que se traduce en una mayor demanda de dichos títulos como inversión para sus portafolios, por lo que están dispuestos a pagar un precio mayor o, dicho de otra manera, están dispuestos a aceptar un rendimiento menor dada la relación inversa entre rendimiento y precio de los bonos».
Comunicado BCR.