El empresario salvadoreño Carlos Marroquín, propietario de un negocio de comida típica de su país natal, aunque coincide con algunas medidas del Gobierno español, está en desacuerdo con el cierre de restaurantes durante la noche y la madrugada, más cuando no está trabajando al 100 %, como en febrero.
Madrid mantiene un toque de queda de 12 de la medianoche a 6 de la mañana, para lograr disminuir la segunda ola de contagios por la COVID-19, que tomó fuerza en España desde mediados de octubre.
«No es la solución cerrar bares y restaurantes; es nuestro medio para poder trabajar y darles empleo a otros. Como empresario del sector restaurante, soy muy responsable, y tomamos las medidas que sean necesarias para operar», relató.

Marroquín es propietario del Café Bar Mamá Tere, ubicado en la calle Gonzalo de Berceo, Madrid, España, y para dar un servicio integral adaptado a esta nueva realidad ha tenido que reducir el ingreso en el establecimiento a un máximo de 27 personas.
Sumado a esto, no puede servir nada de bebidas alcohólicas y, debido a las nuevas medidas de toque de queda, tiene que restringir el ingreso de comensales a las 10:00 a.m.
«En mi restaurante es obligatorio el uso de la mascarilla, y los clientes se la pueden quitar cuando empiecen a consumir sus alimentos. Si se levantan al baño, pedimos que se pongan la mascarilla. También están los dispensadores de alcohol en gel en los baños, y jabón», dijo.
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El Consejo de Ministros español aprobó el 29 de octubre pasado la prórroga de seis meses para el estado de alarma solicitada por el Gobierno, una medida inmediata propuesta por las autoridades debido al aumento de los contagios.
«Lo que el Gobierno está haciendo es luchar de manera contundente contra el virus con todas las armas constitucionales. Lo que estamos haciendo es cogobernar en cooperación con las comunidades autónomas, que son las competentes en el ámbito sanitario y de salud pública, ofreciéndoles todas las medidas y todos los recursos legales y materiales para lograrlo», expuso el presidente, Pedro Sánchez, ante el Congreso para lograr la extensión del estado de alarma.
La medida permanecerá vigente hasta el 9 de mayo; sin embargo, la decisión será evaluada en cuatro meses para decretar el levantamiento o la continuidad.

Además, el mandatario Sánchez solicitará su comparecencia en el Congreso cada dos meses para informar sobre los datos de la pandemia y del estado de alarma, según un comunicado del sitio oficial de Gobierno.
A pesar de todas estas medidas, el negocio familiar ha salido a flote, con la idea laboral de «responsabilidad en todo momento».
España es uno de los países occidentales en 2020 con mayor caída del producto interno bruto (PIB), un 12.8 %, según previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La pandemia también provocó una reducción del 75 % de visitantes extranjeros en los nueve primeros meses del año.
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