César García es representante de los pueblos originarios y candidato a diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen) del partido Nuevas Ideas y cuestiona el trabajo de los actuales legisladores en ese organismo regional. García dice que en su gestió trabajará por los derechos de los pueblos indígenas.
¿Por qué compite por una diputación del Parlacen y no por una de la Asamblea Legislativa?
Por dos cosas. Analicé entre la Asamblea Legislativa y el Parlamento Centroamericano, pero por la bandera que represento, que son las raíces culturales de nuestro país, la Asamblea Legislativa no tiene ninguna comisión que esté trabajando en directo hacia las comunidades indígenas.
Entonces, el Parlamento Centroamericano ya tiene un trabajo realizado de años, en una comisión específica que se llama Comisión de Pueblos Indígenas y afrodescendientes.
En la Asamblea sí se podía crear una, pero sería comenzar de cero y vamos a desaprovechar tres años. En cambio, en el Parlamento ya hay un trabajo y solo hay que irlo a perfeccionar.
El segundo motivo es que el cargo da un corte diplomático y al ser de corte diplomático uno puede ir a cualquier país del mundo, tocar las puertas y hacer que la ayuda internacional venga al país.
¿Cómo evalúa el trabajo que han hecho los actuales diputados de El Salvador en el Parlacen?
En cuanto al trabajo de quienes han estado allí, realmente necesita mejorarse, definitivamente. Yo he sido uno de los que ha pensado en su momento «el Parlacen no sirve para nada, no hay ningún beneficio, debería desaparecer la representación de El Salvador en el Parlamento».
Sin embargo, he llegado a comprender que no es en sí el Parlacen el que no sirve, el que no funciona, sino los que han estado allí, han tenido falta de voluntad política para poder hacer el trabajo.
Necesita mejorarse el trabajo parlamentario, definitivamente, necesita revitalizarse. Si el Parlacen continúa en este periodo tal cual ha estado en 29 años yo soy el primero en decir ‘cerremos esto y vámonos para la casa y que El Salvador ya no tenga representación’. La representación de El Salvador en el Parlacen le cuesta una $1.7 millones al año a El Salvador y eso no es ni siquiera el 1% de lo que cuesta la Asamblea Legislativa en el año.
¿Cuáles son sus apuestas al estar en el Parlacen?
Tenemos ocho propuestas en total, de las cuales cuatro de ellas van orientadas a la unión de Centroamérica y cuatro orientadas a las comunidades indígenas y campesinas de nuestro país.
Una de ellas ya estamos luchando por hacerla valer sin necesidad de haber llegado que es que El Salvador, como gobierno, ratifique el convenio 169 de la OIT firmado y suscrito en las Naciones Unidas, ya que es el único del Triángulo Norte que no ha firmado este convenio y este convenio trata sobre los derechos de los pueblos originario y tiene cuatro pilares: el derecho a la tierra de los indígenas; el segundo, el derecho a la educación; tercero, el derecho al desarrollo y a la seguridad de parte del Estado y cuarto, el cuido de la cultura, hablamos del idioma, de las tradiciones que se tienen como pueblos indígenas.
La segunda propuesta es la creación de Centro Nacional Indigenista Casique Andrián Esquinolisco. Esquinoslisco, es para nosotros como pueblo indígena, el que más sobre sale, la figura más emblemática que luchó por el derecho de los indígenas, que se respetaran los derechos indígenas. Como un tributo a su memoria, así como pensamos en Morazán es el que luchó por la Unión de Centroamérica, Esquinoslisco para nosotros como pueblo indígena es quien luchó por defender los derechos de los indígenas.
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La tercer propuesta es la creación de clínicas comunales. Las clínicas comunales consisten básicamente en como hacer brigadas médicas, en los municipios o cantones bien alejados del casco urbano, donde para poder llegar a una unidad de salud u hospital tienen que viajar hasta dos horas en calles en mal estado. Estas comunidades que están bien alejadas no tienen acceso a la salud, se cuidan con nada más con los conocimientos ancestrales que se tienen sobre la medicina.
Las clínicas comunales pretenden tres cosas: combinar el conocimiento ancestral de la salud con el conocimiento nuevo que se tiene de la salud. También buscamos la protección a la primera infancia desde que está en el vientre de la madre. Lo que pretendemos es dar un banco de alimento a la primera infancia. ¿De dónde va a salir este alimento? De los agricultores de la zona. Lo que pretendemos es que el agricultor pueda vender su producto a un precio justo para ayudarse a su bolsillo y que ellos mismos ayuden al desarrollo de la comunidad.
Y la última, es un sistema de becas orientada a los jóvenes. Son becas no tradicionales que no se exige nota de ocho, nueve o 10 o de lo contrario no aplica o de lo contrario se le retira la beca.
En el campo, un joven que va a trabajar la tierra primero y en la tarde va a trabajar, difícilmente puede mantener una nota de ocho, nueve o 10, sobre todo si está mal alimentado y gasta mucho sus energías.
Pretendemos que se elimine la excelencia académica como requisito y se pongan dos requisitos en reemplazo: uno, que sea de escasos recursos, que sus padres puedan demostrar que no pueden pagar una universidad y segundo, que sean jóvenes talento en el deporte, cualquier tipo de porte y que sean talentosos en el arte, en cualquier expresión del arte.
¿De dónde va a salir el dinero para las propuestas?
Esa es la ayuda internacional que nosotros vamos a ir a buscar. Le va a costar algo al Parlacen?, no; ¿le va a costar al gobierno?, no. De hecho, Alemania, por poner un ejemplo. Hemos tenido pláticas con la embajada de Alemania y dice que Alemania pierde alrededor de $25 o $30 millones en ayuda humanitaria porque nadie la viene a recorrer, nadie viene a tocar las puertas para traer esa ayuda. Ayuda que va orientada hacia etnias o hacia pueblos originarios.