«Sufrí mucho durante los dos primeros sets, me asfixiaba desde el fondo de la pista, me pisaba los talones en cada peloteo, además hacía mucho calor. Físicamente fue muy duro, emocionalmente también», dijo Djokovic a Nick Kyrgios, que le entrevistó en la Rod Laver Arena.
Sinner ante Rublev, de noche
El número uno, lejos de su versión más infalible, recurrió a la batalla para imponerse 7-6 (7/3), 4-6, 6-2 y 6-3. Jugará su 11º semifinal del primer grande del año, llevando su récord a 48 en torneos del «Grand Slam».
Su rival será el vencedor del duelo entre el italiano Jannik Sinner (4º) y el ruso Andrey Rublev (5º), que jugaban en la noche australiana (empezó casi a las 22h30 locales).
En la primera jornada en la que el calor apretó de verdad en Melbourne, Djokovic y Fritz regalaron una hora y media de igualdad para llevarse un set cada uno.
Solo el primer juego ofreció el tono de lo que se venía: 16 minutos y 25 segundos, con Fritz salvando tres bolas de rotura.
El estadounidense de 26 años siguió sobreviviendo en el alambre superando otras cinco bolas de «break» en los juegos siguientes, hasta disponer de dos bolas de set con 6-5, pero Djokovic defendió su saque y llevó la manga a un «tie-break», en el que arrasó.
Incapaz de romper el servicio de Fritz, Djokovic -¡0 de 15 en roturas convertidas en los dos primeros sets!-, pagó un «break» precoz con el set.
En ese momento los tenistas llevaban casi dos horas y media en la pista. La tarde caía en Melbourne y bajaba la temperatura, lo que sirvió a Djokovic para recomponerse y por fin sumar su primera rotura, en el minuto 160 de partido. Fue el punto de inflexión para lograr la victoria en 3h45 min.