Tras la retirada del Ejército israelí el domingo, miles de gazatíes desplazados regresaron ayer al que era su hogar en Jan Yunis, en el sur de Gaza, y se encontraron con el paisaje apocalíptico de una ciudad devastada. Incluso, la mayoría de las veces descubrieron que su hogar ya no está allí. Safa Qandil constató que no quedó nada de su propiedad.
«Esperábamos encontrar nuestra casa o bien sus restos y recuperar algo para cubrirnos», explicó Qandil, de 46 años, a AFP. «Pero no encontramos la casa», añadió. Y eso no fue lo peor. Su hijo y su pareja, quien estaba embarazada, fueron abatidos por el Ejército israelí. «Mi tragedia es grande», subrayó.
«En cada casa hay un mártir [alguien muerto] o una persona herida. Las palabras no alcanzan para describir la magnitud de la devastación y el sufrimiento que experimentamos», relató. Tal es la destrucción de la ciudad que muchos residentes que regresaron de Rafah, donde se refugiaron más de 1.5 millones de gazatíes, tienen dificultades para orientarse. Muchos acampan entre los escombros.
«No reconocemos los lugares», comentó Salim Sharab. Otros explicaron que el olor a muerte flota en el aire, mientras la gente desentierra cadáveres de entre los escombros. La defensa civil de la ciudad solicitó ayer a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) equipos hidráulicos para llegar hasta los cadáveres, la mayoría de los cuales, según ellos, están muy descompuestos.
Los combates y bombardeos arrasaron franjas enteras de esta ciudad, en la que vivían casi 400,000 personas. «Mi casa quedó completamente destruida y solo quedan escombros. Mi corazón está consumido por el dolor.
En cada rincón de mi casa había recuerdos. La magnitud de la devastación es indescriptible», describió Aisha Al Hoor. Mohamed Dahalan fue uno de los pocos afortunados. Su departamento quedó intacto, aunque sus vecinos perdieron paredes y ventanas. «No queda nada», comentó Muhamad Abu Diab, de 29 años.
«Buscaré entre los escombros hasta que encuentre ropa que ponerme y viviré junto a los restos de mi casa aunque sea en una tienda de campaña», contó. La guerra de Gaza se desencadenó tras el ataque del 7 de octubre de militantes de Hamás contra Israel, que causó la muerte de 1,170 personas.