Pandilleros identificados como «retirados» estaban formando un nuevo grupo de pandilla en el país y esto ocasionó una disputa que provocó una escalada de violencia en los últimos meses, así lo detalló ayer el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro.
«En los últimos meses habíamos venido viendo la actividad de los retirados y a principios de años tuvimos una escalonada de violencia en Morazán que no fue normal y al empezar a analizar el fenómeno nos dimos cuenta que los retirados ya estaban haciendo su propia pandilla, una pandilla de retirados», aseguró el funcionario.
Villatoro dijo que han visto a varios detenidos «que se habían tatuado una ‘R’ y eso era lo que los estaba identificando. Seguro dijeron como yo vengo de una estructura que mata y vende droga hagamos nosotros lo mismo».
«En este momento no podemos hacer ninguna distinción, lo cierto es que detrás de lo que andamos es de todos aquellos que son parte, fueron parte, que colaboran con estructuras terroristas, que les tienen negocio a estos líderes y vamos a seguir en ese ímpetu», insistió Villatoro.
El titular de Seguridad reiteró que como autoridades no tienen la creencia que una persona diga que es retirada de la pandilla, «lo cierto es que pasó, fue, para ingresar a pandilla hay que matar y lo que nosotros estamos proscribiendo es la estructura terrorista como tal y mientras tenga identificativos y nosotros tengamos información de que esta persona fue parte de esta estructura será detenido» mencionó.
Pandillas serán desarticuladas
Desde que se inició el régimen de excepción varios pandilleros han utilizado «disfraces» para ocultar su pertenencia con las maras, algunos se han hecho pasar por pastores, trabajadores, panaderos, repartidores de productos, entre otros. Ante esto, Villatoro afirmó que «no creemos que porque ande algún tipo de habito o significativo de alguna creencia o culto es porque no sea pandillero. Muchos informes de inteligencia hablan de la oportunidad que miraban ellos al escudarse en este tipo de culto para poder movilizar droga de un lado a otro», detalló.
Los duros golpes contra los grupos delincuenciales han permitido detener a cabecillas y colaboradores de la Mara Salvatrucha, de la pandilla 18, la Mao Mao y otras estructuras criminales en los últimos meses.
Villatoro hizo alusión a cuando a finales de los años 90 ya había un problema de pandillas que se percibía en el ambiente y que tanto él como el actual fiscal general, Rodolfo Delgado al identificar el fenómeno fueron estancados, «me acuerdo muy bien que el gobierno de esa época y el director de la Policía no nos dejaron avanzar, son de las interrogantes que aún tenemos».
«Cuando recuerdas 30 años atrás encuentras unas políticas y todas iban encaminadas a no brindar la seguridad a la población y eso permitió el crecimiento acelerado de estos criminales. En los últimos años hubo un crecimiento exponencial sin procedentes precisamente por todas las políticas erróneas cometidas por gobiernos pasados y que lindaron con acuerdos a cambio de votos», indicó.