La llegada del primer hijo es la noticia más emocionante que puede recibir una pareja. Apegada a esta emoción surgen un sinfín de preguntas y cuestionamientos de los cuales los hombres no quedan exentos y comienzan a surgir temores, dudas y hasta noches de insomnio.
David Valencia, doctor en pediatría con diplomado en prevención prenatal de discapacidades, da algunas recomendaciones y explica el papel que el padre debe tener antes, durante y después del embarazo.
ANTES DEL EMBARAZO
El médico sugiere que en pareja se comience a planificar la llegada del nuevo integrante, para ello es necesario recibir charlas con los especialistas, ya sea obstetra, ginecólogo o pediatra (cada uno en su rama), quienes recomendarán a los padres qué debe hacer cada uno en las diferentes fases.
«El hecho de no conocer o no tener esa información hace que no se involucren adecuadamente. En mi caso, parte de la consulta prenatal es que conozcan quién va atender a sus hijos y explicarles cómo va a ser el momento en que me van a acompañar, cómo se van a lavar las manos, cómo se van a vestir, dónde se van a parar, si van a poder o no acompañar a su esposa… Todo eso es muy importante», indica.
DURANTE EL EMBARAZO
Un punto importante que el doctor señala en el embarazo es que se tome la concepción de una nueva vida como algo en pareja, que si bien la madre es quien carga al bebé en el vientre, el padre debe ser el soporte de ella y garantizar que se sienta apoyada en todo momento.
«Lo primero es inculcarle al papá que el hecho de que su esposa está embarazada, se trata de “nosotros estamos embarazados”. Desde el momento de la fecundación hay un montón de cosas que nosotros [hombres] debemos hacer y en las cuales debemos participar. Lo segundo es mejorar los ambientes en casa, eso va ayudar a un mejor desarrollo del embarazo y que, a la hora de la lactancia, esta sea muy exitosa. Y, tercero, saber que nunca se va a estar preparado del todo, pero que depende mucho de nuestra mente», manifiesta.
En cuanto al alumbramiento, el doctor es enfático en decir que el padre juega un papel importante a la par de la pareja, ya que así como el embarazo es responsabilidad de los dos, el parto también.
«Es principalmente apoyo. Si el parto es vaginal, que es lo ideal, el padre puede estar literalmente a la par de la mamá, agarrándola, ayudándola a respirar e indicándole en qué momento debe pujar, previo conocimiento adquirido. Y esto es parte del porqué muchas instituciones nacionales comenzaron a cambiar la forma de la participación de los padres utilizando el parto humanizado», relata.
De igual manera explica que este tipo de parto hace factible que el contacto se genere inmediatamente después del nacimiento. «El contacto de la piel y el apego es madre, padre e hijo, y es algo que se debe incentivar», indica.
DESPUÉS DEL PARTO
Cuando el nuevo integrante está en casa, el doctor Valencia explica que el padre se convierte en una pieza fundamental, porque no debe solo «ayudar» sino que mantenerse en el papel de padre y ponerlo en práctica. «Un padre responsable es alguien que está activo desde el momento que sabemos que estamos embarazados.
No es solo la felicidad de recibir a alguien, sino el hecho de participar por completo y de ir involucrándonos y empapándonos de información para prepararnos de la mejor forma posible en aspectos físicos, ambientales, familiares o el simple hecho de turnarnos por las noches. Todo eso es algo que debemos inculcarnos como padres», agrega.
CONSEJOS A PONER EN PRÁCTICA
El pediatra David Valencia señala que, así como las charlas antes y durante la concepción y el proceso de desarrollo del bebé son importantes, también lo es el momento en que el nuevo inquilino se incorpora al espacio familiar.
Indica que el temor que el padre siente es algo normal, hasta cierto punto, porque denota que hay importancia y para superarlo explica que lo mejor es informarse con alguien que sepa. De su parte estas son algunas recomendaciones a poner en práctica.
Cargar al bebé. A todas las personas les da miedo cargar a un recién nacido, sobre todo al papá primerizo, por lo frágil que es. Por lo que es necesario conocer los puntos clave en los que se debe sujetar al bebé, como el cuello y la espalda.
Lavado de manos. Aunque esté seguro de que se encuentra sano y limpio, siempre que vaya a cargar al bebé es necesario el lavado de manos adecuado.
Conocer las etapas de la lactancia. Hay varias fases. La primera es hasta los seis meses, donde se da la lactancia materna exclusiva, y aunque es la madre quien amamanta al recién nacido, el entorno psicológico adecuado para la mamá lo debe garantizar el padre. La segunda es saber cuándo disminuir la lactancia materna. La tercera es cuando la leche materna se convierte solo en complemento.
El vestuario. Otro punto importante que el padre debe conocer es qué ropa ponerle al bebé. Nunca debe ser más y tampoco menos en comparación a la que usted usa. Una clave para conocer la temperatura y saber cómo abrigarlo es tocarle las manos o la espalda.
Escuchar a padres o suegros. Los consejos de los abuelos nunca están de más, porque ellos ya pasaron por estas etapas. Pero también es importante saber que el núcleo familiar son los nuevos padres y el bebé, es decir, no se debe incluir a terceros en la relación para evitar conflictos.
Así reacciona el cerebro del hombre
Está científicamente comprobado que la química del cerebro del hombre cambia frente al embarazo. En las tres semanas previas al parto, la testosterona baja y, por el contrario, la prolactina aumenta hasta un 20 %.
Gracias a esto desarrolla instintos paternales, como agudizar el oído cuando el bebé llora, también le despierta el instinto protector con su hijo y la sensación de satisfacción. Cuando el bebé le sonríe a su padre al cambiarle el pañal o al hacerle un gesto, el circuito de recompensa del hombre se activa, lo hace sentirse bien y, sobre todo, se refuerza el lazo de unión con su hijo. Algo que se presenta con más fuerza en los padres primerizos.
Trayectoria médica. El doctor David Valencia es graduado de la Universidad de El Salvador, con una especialización en pediatría en el hospital Bloom. Posee un diplomado en prevención prenatal de discapacidades. Actualmente trabaja como médico en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social y en su clínica privada.