La participación de la mujer en la política y en los cargos públicos en El Salvador es de reciente trayectoria, si se compara con el acceso que han mantenido los hombres desde siempre. Lo más significativo sigue siendo la poca o nula participación de las mujeres a cargos de más alto rango. Por ejemplo, no hay una mujer presidenta de la nación en toda la historia, pero candidatas sí. Prudencia Ayala fue la primera en postularse para la presidencia, pero desde el principio supo que no avanzaría.
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