Patria somos todos, la trae el niño al nacer, el joven que estudia o trabaja, el adulto que trabaja en el campo o en la ciudad, el profesional en negocios y comercio, el funcionario que brinda un servicio público. Patria es ese arraigo a la tierra natal que une por vínculos jurídicos, históricos y afectivos, reflejado en principios y valores para desempeñarse como buen ciudadano dentro o fuera del país.
Tú que creciste en tu país has disfrutado de las vistas de sus cerros y montañas, los tonos de colores de su cielo, las gotas de lluvia, los matices de paisajes verdes, el ocaso de las tardes y sus amaneceres, del viento en tu rostro, la corriente de sus ríos y mares, el ruido y accionar de sus ciudades y muchos lugares bellos, como hace referencia el nombre autóctono Cuscatlán, ‘tierra de cosas preciosas’, además de sus costumbres y tradiciones de generación en generación.
Tú que partiste de tu país por diferentes motivos, como el conflicto armado, la pobreza, el desempleo, desastres naturales, reunificación familiar, inseguridad, y otros, sabiendo que fue por razones justas o injustas, dejando parte o todo tu corazón con sentimientos encontrados y recuerdos arraigados por tus seres queridos y amigos, pero no olvidas ese calor y abrazo que añoras de tu hermano salvadoreño, y que en la distancia te hace sollozar y suspirar por esta tierra bendita, y al escuchar las notas del himno nacional te estremeces y vuelven a tu mente gratos momentos vividos y compartidos con tus compatriotas.
Tú que vives en tu país has observado los diferentes cambios, en tu cantón, colonia, ciudad, hoy en tu distrito; cambios como los nuevos vecinos, nuevas oficinas, negocios o, en mayor escala, altas edificaciones, plantas industriales y de servicios, nuevas carreteras, parques y sitios turísticos; pero también cambios en el entorno nacional, como reformas en la legislación, en el sistema educativo, el avance de la tecnología e informática, la utilización del comercio electrónico y teletrabajo, entre otros.
Dentro de todo este contexto, los salvadoreños, como padres o responsables, buscamos en las nuevas generaciones formar hombres y mujeres de bien, que sean responsables, entusiastas, críticos, analíticos, proactivos, tolerantes, pero que también aporten soluciones para seguir adelante, y que lo demuestren con resultados, sin olvidar sus raíces patrias, bajo los preceptos que hoy en día aún tienen aplicación y que fueron planteados el 15 de diciembre de 1983 en el primer párrafo de la Constitución de la República de El Salvador, según decreto 38, cuando los constituyentes expusieron la voluntad soberana del pueblo, mencionando: «Animados del ferviente deseo de establecer los fundamentos de la convivencia nacional con base en el respeto a la dignidad de la persona humana, en la construcción de una sociedad más justa, esencia de la democracia y al espíritu de libertad y justicia, valores de nuestra herencia humanista».
Retomando todo lo anterior, independientemente del lugar donde te encuentres, podemos decir que patria es ese sentimiento que impulsa a dar lo mejor como ciudadano, no solo es el respeto a los símbolos patrios y la conmemoración de una fecha, sino que como salvadoreños podemos hacer patria siempre, al continuar superándonos día tras día, estudiando con esfuerzo, formando a nuevos profesionales responsables que aporten e innoven, trabajando en conjunto con calidad, eficiencia y transparencia a pesar de las diferencias que podamos tener, ya sean sociales, económicas, políticas, físicas o personales, ya que seguimos siendo por igual salvadoreños de corazón, indistintamente del cargo que ejerzamos, de las actividades en las que participemos o del trabajo que hagamos.
Puedes hacer patria marcando la distinción, dando ese agregado, con esa convicción firme de contribuir al cambio y progreso de tu país, respetando las diferencias en el sentir y pensar, diferencias ideológicas que no te hacen más o menos que tu hermano compatriota, ya que ese corazón salvadoreño siempre está en ti. Cree en ti, porque patria somos todos.