De acuerdo con diversas organizaciones ambientales, los trabajos de la minería metálica que se desarrollan en el Cerro Blanco, en territorio de Guatemala, ya están causando daños en recursos naturales de nuestro país, principalmente en el río Ostúa y lago de Güija, en Metapán.
Además, advierten que estos daños se prolongan hasta el río Lempa, por lo que tienen un impacto mayor para todo el país.
Por ello, la Asociación de Mujeres Ambientalistas (Amaes) y el movimiento de Mujeres Ecofeministas interpusieron dos avisos ante el Juzgado Ambiental de Santa Ana y la Fiscalía General de la República (FGR) para que se inicien las investigaciones correspondientes del caso.
«Una de las amenazas es toda la contaminación que nuestros cuerpos de agua van a recibir. Todos los vertidos de la mina van a entrar directamente por el río Ostúa, van a llegar al lago de Güija y del lago de Güija van a llegar al río Lempa», manifestó Nelly Rivera, de Amaes.
Las organizaciones expresan que la zona que está siendo afectada por el funcionamiento de la mina se encuentra dentro del área de reserva de biósfera transfronteriza Trifinio Fraternidad y que el lago de Güija tiene declaratoria de humedal sitio Ramsar, por lo que existen parámetros para su protección contra los efectos de la minería metálica.
«Con esto de la mina están violentando ese tratado [Trifinio]. También el lago de Güija es parte del convenio Ramsar, y ese convenio lo están violentando al permitir que esta mina se pueda explotar», agregó.