Platense aprovechó la localía y logró imponerse 2-0 al Santa Tecla, para sacarle 14 puntos de diferencia en el tema del descenso, quedan a 12 del Jocoro, a falta de ocho jornadas por disputarse y a la vez, los gallos saltan al subliderato del torneo.
Fue un duelo que algunos tildaron como una «final», por lo que ambos se jugaban en el tema del descenso. Sin embargo, el inicio del partido estuvo lejos de ser un encuentro emocionante.
Pocas ocasiones a gol, mayor trámite en el medio campo, con muchas impresiones en cada lado y el árbitro Héctor Salazar quien actuó perdido ante ciertas jugadas, que pudieron haber causado alguna medida de prevención en los jugadores, quienes se pasaban de revoluciones. Además de una supuesta mano que no quiso pitar a favor de viroleños.
Mientras que, en Platense había una variante estratégica, los tecleños se enfocaban en la idea del nuevo entrenador, Fran Medrano, quien estuvo en las gradas y en el banquillo lo hacía Herbert Vanegas, asistente.
La mejor propuesta ofensiva fue la de los viroleños, quienes en tres ocasiones llegaron con peligro con dos remates desviados de José Posadas y dos tiros que exigieron al meta Roberto Llamas, quien por momentos también actuó nervioso.
Al descanso, los jugadores galleros se fueron cabizbajos, ante los reclamos de su afición, mientras que los tecleños lo hacían entre aplausos de ellos mismos.
Pero los viroleños tuvieron una rápida reacción, al regresaron al segundo tiempo con mejor actitud y puntería la cual concretó Josué Arévalo, quien se animó con un tiro desde fuera del área, que contó con la complicidad del portero Llamas (49′).
El resultado estaba haciendo justicia y aumentaba la obligación de los tecleños, para quienes el cuerpo técnico tuvo que modificar el sistema.
El equipo presionó, asustó con las primeras dos llegadas, tras estos cambios. Pero ya no pasó nada más y Platense se pasó del susto al gusto, cuando el ecuatoriano Eber Caicedo marcó el segundo tanto de cabeza (81′).
El gol sentenció en las aspiraciones de los pericos, mientras los gallos ya van cambiando el chip, para pensar en grande.