La espera terminó para un grupo de 25 migrantes, los primeros en pasar el pasado 19 de febrero de México a Estados Unidos, donde continuarán sus trámites de asilo como parte de la nueva política migratoria del presidente Joe Biden.
Su ingreso desde la ciudad de Tijuana (norte) marcó el fin de la medida que los obligaba a permanecer en México mientras los tribunales estadounidenses responden sus solicitudes.Esa política había sido impuesta por el exmandatario Donald Trump mediante el Programa de Protección al Migrante (MPP).
Los migrantes cruzaron en un autobús hacia la vecina San Diego, acompañados por personal de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).Un oficial a cargo de un refugio de San Diego confirmó de su lado que esas personas estaban ya alojadas en un hotel y que recibirán ayuda para llegar a sus destinos.
Para ser beneficiarios inmediatos, los interesados tienen que haber iniciado un trámite de asilo. « El ACNUR es quien dirige el proceso con el gobierno de México, ellos definen quiénes tienen un caso activo ante el juez de migración o una apelación», explicó Ericka Piñero, abogada de la organización defensora de migrantes.
El gobierno mexicano había rechazado históricamente recibir a migrantes deportados de otras nacionalidades, pero con la llegada al poder de Andrés Manuel López Obrador, en diciembre de 2018, México se convirtió de facto en un tercer país seguro.
López Obrador cedió a las presiones arancelarias de Trump, tras las multitudinarias caravanas de finales de 2018 y principios de 2019. Así se consolidó el MPP, mediante el cual unas 70,000 personas habrían sido devueltas a México entre enero de 2019 y diciembre de 2020, según organizaciones civiles estadounidenses. De acuerdo con el gobierno mexicano, en el país permanecen unos 6,000 migrantes como parte del programa «Quédate en México».