El cuarto intento de la Nasa de completar una prueba crucial para el cohete que planea enviar a la Luna logró cerca del 90% de sus objetivos, indicaron sus responsables el martes, pero aún no se ha fijado una fecha de despegue.
«Diría que estamos aproximadamente al 90% de lo que necesitamos en general», declaró el martes a la prensa el director de la misión Artemis, Mike Sarafin.
Se trata del último ensayo que efectuará la agencia estadounidense antes de la misión Artemis-1 prevista para este verano: un vuelo lunar sin pasajeros, al que seguirá una cápsula esta vez transportando humanos, pero probablemente no antes de 2026.
Los equipos del Centro Espacial Kennedy lanzaron la prueba el sábado con un objetivo: llenar los depósitos del cohete SLS de combustible líquido, poner en marcha una cuenta regresiva para el despegue y simular imprevistos, y luego vaciar los depósitos.
En los tres intentos anteriores se multiplicaron los problemas y fue imposible alimentar al cohete con cientos de miles de galones de hidrógeno y oxígeno líquidos superenfriados.
El lunes, los ingenieros consiguieron finalmente llenar los depósitos, pero también tuvieron que hacer frente a un nuevo problema de fuga de hidrógeno que no pudieron resolver.
La NASA quiere establecer una presencia permanente en la Luna y utilizarla como campo de pruebas para las tecnologías necesarias para una misión a Marte en la década de 2030.