Una familia que se conducía en un pick-up quedó atrapada ayer a las 8:30 de la mañana en la carretera El Litoral, del caserío Santa Fidelia, en San Miguel, en donde debido al desbordamiento del río Grande se ha inundado en el sector.
José Villatoro, conductor del automóvil, dijo que se dirigía de Usulután hacia San Miguel y al ver que dos rastras circularon pensó que había acceso por la zona.
El hombre iba con su esposa, hijos, nietos y una hermana cuando los vehículos pesados pasaron por la parte más profunda y formaron una ola, lo que ocasionó que la fuerza del agua sacara el carro de la carretera.
De inmediato, un grupo de jóvenes de Protección Civil local y otros que se encargan de ayudar a empujar a los motoristas que circulan por el sector, se metieron a la inundación y rescataron a la familia, quienes lograron salir por las ventanas.
«Es una experiencia nunca antes vivida, como yo vi que las rastras pasaron, pues pensé que se podía y pasó esto», dijo Villatoro.
El carro fue rescatado y lo llevaron en una grúa para que lo evaluara un mecánico y determinar los daños. Todos resultaron ilesos.
José Antonio Rodríguez, socorrista de Proteccion Civil local, contó que desde la cinco de la mañana se encontraba en la zona para decirle a los automovilistas que no hay paso, pero varios conductores no acataron las recomendaciones.
«Son dos carros los que hemos rescatado hasta ahorita. Se metió un microbús que vio que el pickup ya había quedado atrapado. En total se han quedado cuatro vehículos, incluyendo camiones pequeños», dijo Rodríguez.
Las autoridades informaron que el nivel del agua sobre el pavimento era de 120 centímetros, por lo que la circulación por la zona estaba prohibida tanto para transporte pesado como liviano.