San Cristóbal y Nieves, contra todo pronóstico, terminó primero en su grupo, el F. Se encargó de sacar de competencia a Trinidad y Tobago, el rival que a todas luces parecía ponerse en el camino de El Salvador, para la segunda ronda de las eliminatorias a Catar 2022.
Pero, al final, Trinidad quedó segunda de su llave, porque San Cristóbal y Nieves sacó los resultados idóneos y ganó el derecho de enfrentar a El Salvador en la segunda ronda de la eliminatoria. Por ahora, la serie está a favor de los cuscatlecos por 4-0, tras dispuestarse el juego de ida, el sábado pasado, en el Warner Park . Este martes, en el Cuscatlán, el equipo salvadoreño espera sellar boleto al octogonal final de Concacaf.
Pero más allá de la serie ante los cuscatlecos, «Diario El Salvador» se introdujo en la intimidad del equipo caribeño para hacer una radiografía. En ese trámite se pudo constatar que San Cristóbal y Nieves es un equipo cobijado por el amateurismo.
«Tenemos en esta selección jugadores que son profesores de primera y secundaria, encargados de tiendas, mecánico automotriz. Hay dos jugadores que trabajan para el departamento de deportes de San Cristóbal y Nieves. No ha sido fácil para nosotros, porque estos muchachos trabajan desde 8 de la mañana a 6 de la tarde. Entonces, no podemos programar entrenos a cualquier hora. Para estos jugadores, todos los días son trabajo y entrenos», aseguró Leonardo Neiva, seleccionador del combinado caribeño.
En plática con este medio, Neiva contó que no fue nada fácil obtener las respectivas en las licencias de los trabajos de los seleccionados de San Cristóbal y Nieves. Había que pedir permiso para cuatro semana.
«A eso hay que sumar que todos los jugadores, por su jornada laboral, no vienen con energía, frescos. Siempre llegan cansados. También, la nutrición no es perfecta. No tenemos una estructura profesional en la liga de San Cristóbal y Nieves. Tenemos dos jugadores en Honduras y un par en Inglaterra. Pero, por ejemplo, no nos podemos comparar con Trinidad y Tobago que tiene más tradición. Pero ahora estamos haciendo una selección fuerte, para dejar legad», dijo Neiva.
Tras obtener licencia para la mayoría de ese plantel, Neiva pudo disponer, al fin, de todo su recurso humano. Pudo concentrar por tres semanas para poder sellar boleto a la segunda ronda y, luego, poder encarar esta serie ante El Salvador.
«Todos los entrenos deben ser por la noche, por todos los trabajos de los jugadores. Hemos tenido que entrenar desde las 6:30 de la tarde, cuando ellos salen. Hicimos un campamento. Los jugadores tuvieron licencia para no trabajar por tres semanas. Así podíamos hacer trabajo integral por la mañana y la tarde. Hicimos gimnasio y otras labores. Nosotros, en el grupo F, éramos la cuarta fuerza. Primero era Trinidad, luego Guyana y tercero estaba Puerto Rico», explicó el estratega del equipo sancristobalense a «Diario El Salvador».