He escuchado a varias personas decir que el karma las está alcanzando, o que a las personas que actúan negativamente tarde o temprano la vida les cobrará todo. Es muy interesante cómo deseamos que se haga justicia de una u otra manera; en una ocasión alguien me dijo «no entiendo por qué todo lo malo me pasa a mí. No creo haber sido tan malo para merecerlo». Lo interesante fue que esta persona constantemente tenía situaciones desfavorables, como problemas con su cónyuge, problemas económicos, problemas con personas cercanas, problemas laborales… y en todas las situaciones era por personas malintencionadas que provocaban esas situaciones, o la vida le estaba cobrando algo que no recordaba.
Debemos tener en cuenta que nuestro cerebro se adapta a una forma de hacer las cosas, podemos incluir la manera de comportarnos ante diferentes situaciones, generalizamos los procesos mentales y nos acomodamos a pensar y actuar siempre igual.
Cuando una persona tiene situaciones desfavorables en diferentes ámbitos, hay que pensar si todas las situaciones desfavorables siempre le pasan a la misma persona o cuál es el motivo por el que tantas situaciones le suceden a la misma persona. Acá es donde empieza a ponerse interesante, y sugiero que cada uno hagamos un análisis de nuestras propias vidas.
Considero que no es el destino que nos hace pagar por cosas del pasado, no creo que sea el karma realizando justicia o equilibrio, tampoco creo que somos muy desafortunados que solo a los mismos nos puedan suceder cosas negativas, pero sí creo que hay algo de lo que ninguno nos escaparemos, y es la consecuencia de nuestros propios actos.
Sin importar el contexto donde te desenvuelvas, todo lo positivo que podamos hacer tendrá una consecuencia. Me encanta escuchar a personas decir «me equivoqué, pero ahora he aprendido y buscaré cambiar positivamente»; esas frases son el motivo por el que las personas mejoran en sus empleos, hacen crecer sus pequeñas o microempresas, los padres que son recordados con amor y a los que sus hijos tienen como referentes en la vida. Son por ese tipo de frases por las que otras personas nos pueden llamar «amigo», porque tratamos de hacer las cosas bien, por ser honestos, auténticos y sinceros, sin esperar nada a cambio. Todo eso tendrá una consecuencia, definitivamente nos dará algo intangible pero que podremos disfrutar y nos permitirá dormir tranquilos: se llama paz.
Con todas las personas con las que nos relacionemos debemos tratar de ser la mejor persona posible, no para que nos elogien, sino porque es lo correcto, y como ya una vez lo he comentado, lo correcto es lo que está entre lo legal y lo bueno; con nuestros comportamientos hacemos algo que vale más que mil palabras, porque dejamos la zona de comodidad y pasamos a la zona de acción. Empecemos con nosotros, seamos congruentes, tengamos en armonía nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y nuestro comportamiento.
Antes de hacer o decir, debemos pensar si es lo correcto, si nadie se verá afectado de forma negativa directa o indirectamente, porque al final lo que recibiremos será una consecuencia de nuestros propios actos.