Estamos en febrero, cuando celebramos el día del amor y la amistad. Quiero centrarme en el amor de pareja. Los novios deciden iniciar sus vidas bajo un mismo techo porque sienten que son el uno para el otro y han diseñado un plan de vida hasta que la muerte los separe.
Dan el paso a un compromiso de construir un hogar y se dan cuenta de que el diseño que habían trazado no es tan sencillo de llevar. Las diferencias entre los temperamentos, la historia personal de cada uno, los hábitos, el manejo de las finanzas, la educación de los hijos y el estrés cotidiano muchas veces hacen que la pareja viva vidas paralelas, cada quién en sus actividades, llega la noche, hablan sobre lo que sucedió en el día, los niños, los pagos, etc., y a dormir. Ya no existe ese tiempo especial, donde los dos reservaban un espacio casi a diario para tener una cita, ambos se arreglaban para lucir lo mejor posible para su amado, el tiempo pasaba volando porque tenían tanto que compartir y, por supuesto, que no faltaban las muestras físicas y verbales de amor.
Entonces, ¿será que el vivir juntos mata el amor? ¿Usted qué dice, querido lector?
El vivir juntos no mata el amor, lo que lo mata es la falta de intencionalidad de la pareja para reservar un espacio diario exclusivo. Destinamos tiempo para todo: para el trabajo, los hijos, las compras, la familia, etcétera. ¿Y para nuestra pareja?
Toma un lápiz y un papel, te invito a hacer de forma individual el siguiente FODA:
Fortalezas________________________________
Oportunidades___________________________
Debilidades______________________________
Amenazas_______________________________
Escribe las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas que percibes en tu relación de pareja. Pídele a tu pareja que también lo responda. Después compartan lo que cada uno escribió. Y establezcan compromisos de forma intencional para fomentar el amor, la comunicación, el sexo, el tiempo exclusivo. Saquen una agenda y prioricen tiempo para su relación.
La vida se va en un abrir y cerrar de ojos. Estamos tan inmersos en el trabajo, la crianza de los hijos, que cuando nos damos cuenta, la pareja se ha convertido en un «roommate» (compañero de cuarto), ya no existe tiempo de pareja, no hay conversaciones sobre «nosotros», la pasión desapareció, tal vez una vez al mes tenemos intimidad sexual; ya no hay expresiones físicas de afecto, a lo mucho un beso en la frente.
En tus manos está fortalecer tu relación de pareja, no esperes que lo haga tu pareja, hazlo tú, promueve las citas, la convivencia, disfruta tiempo juntos, caminando, tomando un café, conversando de «nosotros». Tómale la mano, abrazala, sorpréndela con un beso apasionado, prepara un pícnic y vete al parque. Fomenta el deleite juntos, como cuando eran novios y no tenían las presiones actuales. El amor esta ahí, solo que estamos acomodados a la vida familiar y a dar por hecho que estamos bien.
Celebra el día del amor a diario con tu amado.
Con mucho cariño.