El estreno mundial fuera de Washington la semana pasada de «Ciclos Cósmicos: una Sinfonía del Espacio» (Cosmic Cycles: A Space Symphony) mostró imágenes vívidas compiladas por la agencia espacial estadounidense junto con la primera presentación pública de la pieza musical.
Henry Dehlinger, su compositor estadounidense, la describe «casi como una obra de arte total».
«No es solo música, no son sólo imágenes, tampoco es una partitura para una película», declaró a la AFP el hombre de 56 años antes del concierto de presentación.
«Es más una experiencia inmersiva que encapsula tanto las imágenes como el sonido», precisó.
Un esfuerzo similar fue realizado hace más de un siglo por el compositor inglés Gustav Holst, pero cuando escribió su famosa oda a «Los planetas», gran parte de la astronomía seguía siendo solo teórica.
Desde entonces, los humanos han caminado sobre la Luna, enviado laboratorios de investigación a Marte y explorado el sistema solar con poderosos telescopios que permiten mirar a miles de millones de años luz de distancia.
Las imágenes de esa investigación, recopiladas por los productores de la NASA en siete cortometrajes, sirvieron de inspiración para Dehlinger.
«Casi tuve que pellizcarme y recordarme a mí mismo que esto no es una ficción, esto es real. No es ciencia ficción, es la ciencia rea», afirmó.
Piotr Gajewski, director musical y director de orquesta de la Filarmónica Nacional, explicó que la idea del proyecto surgió después de un trabajo previo con la NASA en imágenes para acompañar una doble presentación de «La Mer» («El mar») de Claude Debussy y «Los planetas».
Para Wade Sisler, productor ejecutivo del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, el desafío valió la pena.
«Es un viaje como nunca he ayudado a nadie a emprender», declaró Sisler a la AFP.
«Un gran misterio»
Para marcar la similar importancia entre la música y el video se decidió no apuntar a una sincronización exacta, sino a ser más «fluidos», explicó el director Gajewski.
Ese enfoque le permite «encontrar algunos momentos que son diferentes cada vez y en cada ejecución».
«Realmente queríamos que la gente pudiera experimentar la música, a los propios artistas y también la ciencia en una creación equilibrada», agregó Sisler.
Saber que las imágenes y las misiones eran reales, dijo Sisler, provoca una respuesta más fuerte de la audiencia en la era digital, cuando «puedes generar cualquier cosa a través de la IA (inteligencia Artificial), evocar cualquier cosa a través de efectos digitales».
«La gente está interesada en resultados reales. Como ‘wow, realmente alcanzamos a ese asteroide. Wow, realmente lo estamos trayendo de regreso a la Tierra’», señaló, refiriéndose a la audaz misión espacial de recuperación de muestras OSIRIS-REx.
Ese factor hizo que las imágenes fueran las compañeras perfectas de las piezas orquestales, opino Gajewski.