Más de 10.000 vuelos cancelados en pocos días, caos en los aeropuertos y desbarajustes varios: Southwest Airlines, mucho más afectada que otras compañías aéreas estadounidenses por la ola de frío extremo en Estados Unidos, estaba este martes bajo fuego de críticas.
«Es una auténtica debacle», se lamentó Mike Sage, quien esperaba regresar a Florida el lunes después de pasar la Navidad con sus hijos en Connecticut.
Comunicarse con Southwest por teléfono, sitio web o aplicación era imposible.
En el aeropuerto, después de una cola de dos horas, consiguió una nueva reserva para el sábado.
Pero la asistente le susurró: «Si yo fuera usted, tampoco contaría con este vuelo. Reservaría con otra aerolínea. Tenemos tripulaciones varadas por todas partes, pilotos durmiendo en el suelo de los aeropuertos», según contó Sage a la AFP.
Las otras principales aerolíneas de Estados Unidos también enfrentaron dificultades: Delta y United, por ejemplo, cancelaron 1.835 y 1.257 vuelos respectivamente entre el jueves y el lunes, según el sitio FlightAware.
Pero con el aumento de las temperaturas, las operaciones se reanudaron el martes: American, United, Delta y JetBlue registraron tasas de cancelación de 0% a 2%. Pero no en Southwest.
«En el lugar equivocado»
Tras cancelar el lunes casi el 75% de sus vuelos, la compañía había recortado otro 63% el martes por la mañana y advertía que solo despegaría alrededor de un tercio de sus rutas previstas «en los próximos días».
En las redes sociales abundan las fotos de largas colas frente a los mostradores de Southwest así como de maletas sin reclamar.
La dirección de Southwest se disculpó y describió las molestias para los clientes como «inaceptables».
«Contábamos con todo el personal y estábamos preparados para el (…) fin de semana de Navidad», aseguró la compañía en su sitio web.
Pero el frío extremo y las fuertes nevadas que cayeron sobre Estados Unidos durante varios días y que causaron la muerte de al menos medio centenar de personas, interrumpieron las operaciones.
Para los sindicatos, sin embargo, las fallas de la empresa obedecen a causas más profundas: la combinación de una red de rutas más dispersa que la de otras grandes empresas estadounidenses, que a menudo giran en torno a unos pocos aeropuertos, y un sistema de asignaciones de empleados obsoleto.
En estas condiciones, las tripulaciones están a veces «en el lugar equivocado, sin avión», explicó a CNN el vicepresidente del sindicato de pilotos de Southwest, Mike Santoro.
El software «no sabe dónde estamos, dónde están los aviones. Es frustrante para los pilotos, el personal de cabina, y obviamente para los pasajeros», agregó.
Investigación parlamentaria
La exasperación es compartida por el sindicato de asistentes de vuelo de la compañía, el TWU Local 556.
«Conocemos las demandas de la temporada navideña. Conocemos las tormentas invernales. Y créanme, sabemos aumentar el ritmo y trabajar muchas horas», dijo su presidenta, Lyn Montgomery, en un comunicado de prensa.
Pero «la dirección no ha logrado resolver la situación desde hace varios años, dejando a las azafatas cansadas, varadas, hambrientas y con frío ¡en Navidad!», denunció. Los auxiliares de vuelo fueron puestos en espera durante varias horas al teléfono antes de que se les asignara un vuelo.
Mejorar la infraestructura informática es una de las principales demandas de los sindicatos de la empresa.
La acción perdió casi un 6% en Wall Street el martes.
La cancelación de los viajes navideños para decenas de miles de pasajeros es «una pesadilla» para la imagen de la compañía, señalaron analistas de Briefing.com.
Es difícil cuantificar las consecuencias del episodio, pero seguramente tendrá un impacto a corto plazo, aunque solo sea por los reembolsos adeudados a los clientes, estimaron. A largo plazo esto debería desaparecer.
El gobierno estadounidense prometió examinar si Southwest está cumpliendo con su plan de servicio, según un tuit del Departamento de Transporte, que consideró «inaceptables» las cancelaciones y retrasos de la empresa así como la falta de respuestas adecuadas a los clientes.
El presidente estadounidense, Joe Biden, por su parte, aseguró en un tuit que su administración estaba trabajando para que las empresas «asuman sus responsabilidades», mientras que la presidenta de un comité del Senado, Maria Cantwell, anunció su intención de investigar sobre las causas de la disrupción y su impacto en los pasajeros.