El expresidente de Estados Unidos Donald Trump afianzó su candidatura por el Partido Republicano a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, después de ganar las primarias y asambleas electorales en 28 estados y territorios, con los que logró 1,252 delegados, superando la cifra requerida de 1,215 para la nominación.
El magnate arrasó el martes en Georgia, Misisipi, Washington y Hawái, y aceptará formalmente su candidatura en las convenciones nacionales republicanas programadas entre el 15 y el 18 de julio en la ciudad de Milwaukee, en el estado de Wisconsin. Los resultados de los delegados fueron compartidos por el sitio web Decision Desk HQ.
«Es un gran honor representar al Partido Republicano como su candidato presidencial. Nuestro partido está unido y fuerte, y comprende plenamente que nos enfrentamos al peor, más incompetente, corrupto y destructivo presidente de la historia de Estados Unidos», publicó Trump en su cuenta, Truth Social.
En la contienda política estadounidense, un triunfo en cada estado significa que al aspirante se le asignará una cantidad de delegados de acuerdo con el porcentaje de votos a su favor. Los delegados son los que respaldarán la candidatura presidencial y su plan de trabajo para oficializar a su representante. Para ello, se reunirán en las convenciones nacionales del partido y emitirán su sufragio.
La confianza del expresidente creció luego del supermartes 5 de marzo, día en el que los republicanos de 15 estados acudieron a las urnas y convenciones, y en el que él bateó en 14 territorios a la que era su única rival, la exembajadora de Estados Unidos ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Nikki Haley.
Haley, la también exgobernadora de Carolina del Sur, solo pudo superar a Trump en Vermont y Washington. Sin embargo, el miércoles pasado dejó de luchar por la nominación republicana.
Con su renuncia, Trump se quedó sin competencia dentro del partido. Trump se enfrentará al demócrata Joe Biden, quien también obtuvo victorias en sus primarias y asambleas electorales.
El expresidente se dirigió a Biden la semana pasada y convocó a debates. «Es importante, por el bien de nuestro país, que Joe Biden y yo debatamos cuestiones que son tan vitales para Estados Unidos y el pueblo estadounidense», escribió en Truth Social.
«Convoco a debates, en cualquier momento, en cualquier lugar. Los debates pueden ser dirigidos por el corrupto Comité Nacional Demócrata o su filial, la Comisión de Debates Presidenciales [CPD]. Espero recibir una respuesta. ¡Gracias por su atención a este asunto!», agregó.