No hay duda que todo joven y adulto contemporáneo en El Salvador, en algún momento de su vida, ha cantado estas palabras a todo pulmón y durante una de sus mejores fiestas:
«Estoy solo porque ella se fue con otro bolo
Estoy solo y yo me quede con el corazón roto
Y solo y bolo
Y solo ando bolo»
Esas palabras son nada más y nada menos que el coro de la canción «Bolo y Solo», el éxito más grande del grupo R.E.D.D., una de las bandas más importantes de la historia de la música salvadoreña. Esta canción, para Diego Selva, bajista de la agrupación, es la que impulsó la carrera de un grupo de jóvenes que, desde 1988, decidieron lanzarse a crear su propia música, imponiendo un nuevo estilo entre la juventud salvadoreña.
Para Selva, R.E.D.D. ha sido una experiencia de más de 25 años en la que ha recorrido todo El Salvador, Centroamérica, Estados Unidos, entre otros países, en los cuales han sido auténticos embajadores musicales de El Salvador, poniendo el ritmo de las fiestas y haciendo cantar a miles de personas en cada uno de sus conciertos.
Sin embargo, para Selva, este camino ha sido labrado con mucho esfuerzo y sacrificio, ya que también ha puesto parte de su esfuerzo en su otra pasión: los medios de comunicación. Ahora, Selva es uno de los comunicadores más importantes de El Salvador y, por su puesto, tiene toda la energía del mundo para hacer que todos sigan cantando las canciones de R.E.D.D por muchos años más.
¿Quién es Diego Selva?
Soy un comunicador músico, amante de los medios de comunicación y los instrumentos musicales y, sobre todo, un hijo de Dios.
¿Cómo nació tu pasión por la música?
Surge desde muy chiquito, más o menos 8 o 9 años. Me llamaba más la atención los instrumentos musicales, los micrófonos, los estudios de televisión y las cabinas de radio que las pelotas o que las canchas de fútbol. Siempre fui sensible al arte. Me llamaba la atención el teatro, la música y los escenarios. Esa pasión surgió desde que era un niño y nunca ha disminuido ni un poco. Cada día soy más apasionado por la música. Creo que el corazón lo tengo partido en dos exactamente: 50 % medios de comunicación y 50 % la música.
¿Fue complicado para vos mantener un equilibrio entre el desarrollo de tu carrera como comunicador y tu crecimiento como músico?
Sí, sumamente difícil. La disciplina, la entrega, los ensayos, los horarios, la responsabilidad… todo eso requiere tiempo y, cuando ocupas el tiempo en el trabajo, siempre hay un descuido en el lado académico. En mi caso, tenía la exigencia de terminar mis estudios universitarios y la factura la pasó a la vida personal. Ha sido difícil coordinar todo y, a veces, hay problemas que se salen de control. Son tantas cosas que más de alguna no sale como esperabas.
Pero, también, he podido crecer como persona. La música te deja disciplina, dedicación, perseverancia y todos esos valores relacionados a crear un hábito de dedicarle su debido tiempo a todo. Ha sido difícil, pero he podido lograr mis metas y me siento orgulloso de eso. Además, la música me ha hecho más sensible y encontró en mi vida una fusión entre lo académico y lo artístico. También soy catedrático universitario y eso me ayuda a mantenerme aprendiendo constantemente.
Hablemos de R.E.D.D. ¿Cómo surgió la banda?
Como un grupo de amigos. R.E.D.D. es un grupo de amigos que fuimos creciendo y siendo influenciados por diferentes géneros musicales. Ahora tenemos más de 25 años haciendo música juntos y es el proyecto de vida más importante que he logrado en mi vida.
¿Cuáles bandas son las que han influenciado la música de R.E.D.D. a lo largo de estos años?
Son varias. En la primera etapa están los Sex Pistols y The Ramones. En la segunda etapa fue Pearl Jam, Nirvana, Los Fabulosos Cadillacs, Los Auténticos Decadentes y varias bandas más, sobre todo latinoamericanas, pero siempre del rock.
La mayoría de bandas inician con covers…
Nosotros también abrimos con covers y lo seguimos haciendo. Nos gusta hacer un balance en nuestras presentaciones en vivo. Hay algunas con nuestras canciones. Hay otras con covers. Si una banda decide hacer covers, yo no lo veo mal si también tomás en cuenta la creatividad al hacer tu propia música y combinarla. En un país como el nuestro, no está mal hacer covers, ya que la industria no te permite ser 100 % original para tener mayor alcance.
En 25 años R.E.D.D. también se ha dado a conocer por su música propia. ¿Cómo fue ese momento en que decidieron lanzarse a producirse sus propias canciones?
Grabamos nuestro primer disco cuando yo tenía 14 años. Recuerdo que llegaba a los ensayos vestido con el uniforme del colegio. Fue un disco en inglés con 12 temas. Luego, «La Venganza de los R.E.D.D.» pegó cuando yo tenía 17 años, aún estaba en el colegio. Creo que siempre tuvimos la visión de hacer nuestra propia música y fuimos conociendo el mercado y la industria, lo que nos permitió balancear entre nuestra música y versiones de canciones de otros artistas. Nosotros no tocamos los covers exactamente como son, porque tenemos trompetas, trombón, percusión… Nosotros hacemos una adaptación de la canción a nuestra música. No la tocamos exactamente como es, sino que hacemos versiones con el «Ritmo R.E.D.D.»
Y, ¿cómo definís ese «Ritmo R.E.D.D.»?
Es un ska con pop rock bastante «criollo» por las letras. Nos gusta llamarlo así por el tipo de letra que usamos en las canciones.
Y, ¿qué significa R.E.D.D.?
«Rock n’ Roll Expressions of Delay Distortion», que significa «Expresión Rockera de la Distorsión Retardada»… Estábamos bien bichos y a tendencia era poner siglas en los nombres de las bandas allá por 1988, cuando R.E.D.D. nació, así que se nos ocurrió eso.
¿Hay algún concierto en específico que te haya quedado grabado en la memoria?
Son varios. Los conciertos al interior del país, ahí en San Miguel, Santa Ana, Chalatenango, La Unión, Sensuntepeque, Ahuachapán y otros lugares más son siempre conciertos memorables, porque salir de la capital y llevar tu música más allá de bares y restaurantes, es llegar al lugar donde reina la cumbia y es siempre un reto.
En el corazón de R.E.D.D. siempre han quedado grabados esos conciertos también por el cariño de la gente. Cuando llegamos hay mucho cariño y eso creo que es lo que nunca se nos va a olvidar cuando ya estemos en retiro.
Y, para vos, ¿cuál es la canción más importante de R.E.D.D. o la que más atesorás?
Hay muchas que técnicamente son muy buenas, como «Sentado al revés» o «Chambita», por sus letras. Pero la canción que llevo en el corazón es «Bolo y Solo» porque es una canción muy salvadoreña, con una letra muy criolla, pero si esa canción no hubiera nacido y no hubiese existo, R.E.D.D. hubiera durado solo ocho o diez años. Una canción puede darte el ánimo e impulsar una carrera para hacerte llegar hasta el final. «Bolo y Solo» lo logró, hizo que varios músicos se unieran e hicieran carrera por muchos años y que mantuvieran a una agrupación como R.E.D.D. vigente por tanto tiempo. Si esa canción no hubiera existido, estoy seguro de que la agrupación no tendría más de 25 años.
Has alcanzado toda una carrera musical con más de 25 años de experiencia. Pero, ¿cómo evaluás la producción musical actual en El Salvador?
Yo creo que ha mejorado de a poco. Siempre hay décadas que marcan los géneros musicales. La década de los 90 lo marcó en el rock nacional. La música en El Salvador ha venido mejorando en cuanto a tecnología, a creatividad y a diversificarse. Ahora hay para todos. El reto ahora es que haya público para todos. Hay música y creatividad que se a diversificado a todos lados. Ahora falta que le guste a toda la gente.
¿Considerás que hay suficiente apoyo al artista nacional?
Sí hay apoyo en una medida que debería ser más grande. No te voy a decir que no hay, porque sí hay. Los medios te apoyan, la gente te apoya, pero la producción y el apoyo debería ser en una dimensión mucho mayor para que nuestra industria musical logres sobresalir en el extranjero. Sí hay apoyo, pero necesitamos tener más.
El Salvador es un país lleno de soñadores, sobre todo entre los jóvenes. ¿Qué le dirías a aquellos chicos que ensayan en su garage pero que tienen miedo de mostrar su música porque creen que no los apoyarán?
Les diría que no es fácil, pero que le echen ganas, que tienen que enamorarse de lo que están haciendo. No será fácil, pero se puede lograr. Busquen sus sueños, pero no se cansen de intentarlo porque algún día van a llegar a esa meta que hay en sus corazones.