La agenda de medios de comunicación, nacionales o extranjeros, se alinea de tal manera con los intereses de grupos de poder que terminan funcionando como sus órganos de propaganda. Y, cuando tratan de imponer una agenda, no escatiman esfuerzos para realizar manejos políticos que terminan siendo una manipulación burda de los hechos reales.
Esa es la importancia de la existencia de medios como «Diario El Salvador» para conocer «el otro lado de la historia», como reza nuestro lema. Gracias a que ahora los ciudadanos tienen más acceso a la información, ahora cuentan con más opciones a la hora de conocer la realidad para formarse su propia opinión.
El tema de los órganos de propaganda de la oposición y de sus diferentes aliados no es un fenómeno exclusivo de El Salvador. También se replica a nivel internacional, conforme a los intereses de los grandes financistas mundiales, ultramillonarios como George Soros, que se pasean por el mundo como progresistas pero que viven de sumir en desgracia a pueblos enteros, ganando millones de dólares al hacer quebrar a naciones enteras, obteniendo beneficios de crisis artificiales. Son esos fondos que llegan a diferentes oficinas para impulsar la misma agenda.
Ellos son los que dicen que El Salvador estaba mejor con ARENA y el FMLN, a pesar de que teníamos tasas de homicidios más altas que naciones en guerra. Y también suelen olvidar los grandes escándalos de corrupción y saqueo de los fondos públicos cometidos tanto por tricolores como por farabundistas.
Recientemente, en Guatemala, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, fue entrevistado por un periódico español sobre el estado de la democracia en Centroamérica. Borrell destacó el amplio respaldo social que tiene el presidente Nayib Bukele y rechazó cualquier intento de comparar al mandatario salvadoreño con Daniel Ortega, de Nicaragua.
«En Nicaragua no hay elecciones que puedan considerarse libres», acotó el diplomático europeo. Y añadió que en El Salvador sí las hay, además de que el presidente Bukele tiene un masivo apoyo, reflejado en cada una de las encuestas que se hagan. «Uno puede estar más o menos de acuerdo con determinadas políticas, pero es a los ciudadanos a los que le corresponde emitir su veredicto», señaló.
Los ciudadanos votarán de manera libre, directa y sin coacción en las elecciones del próximo 4 de febrero para elegir al nuevo presidente de la república. Y, sin duda, las encuestas se verán confirmadas con una votación abrumadora por el presidente Bukele y Nuevas Ideas.