Una mujer y sus menores mexicanos murieron ahogados al intentar cruzar el río Bravo en la frontera con Eagle Pass, Texas, Estados Unidos, y Piedras Negras, Coahuila, México.
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México detalló que los cadáveres fueron localizados el 12 de enero por personal del grupo Beta y de la Guardia Nacional, y que ninguna víctima ingresó a territorio estadounidense, pese a que el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, en inglés), cuando anunció sobre las muertes, indicó que la Patrulla Fronteriza no pudo ingresar al área del lado estadounidense debido a que la tropa de la Guardia Nacional de Texas se lo impidió.
En la zona también rescataron a dos mexicanos, reveló el comunicado de la Secretaría. El trágico escenario abrió debate entre el Gobierno de Joe Biden y las nuevas políticas de Texas, especialmente en un año electoral en el que, a criterio de los organismos inmigrantes en Estados Unidos, el tema se convierte en «moneda de cambio» para ganar más votantes.
Aunque el demócrata en Texas Henry Cuéllar responsabilizó a Texas por las pérdidas humanas, el gobernador Greg Abbott respondió a través de la plataforma X que el funcionario y algunos medios «se olvidaron de conocer los hechos».
«Cuando la Patrulla Fronteriza solicitó acceso al río, los ahogamientos ya habían ocurrido y se encontraban en México. El hecho es que las muertes se deben al imán de frontera abierta de [la administración de Joe] Biden», comentó.
Abbott ejecuta operativos y otras estrategias para impedir el paso de cientos de familias que intentar caminar en suelo americano de manera irregular.
La Secretaría mexicana agregó que el consulado de México, en Eagle Pass, dará seguimiento al caso.