Pese a que afirma que el fútbol no les es rentable, el presidente de Edessa, Néstor Castaneda, aseguró que el Cuscatlán está quedando de toque y que «va a dar gusto jugar allí». Eso sí, enfatizó que Alianza no podrá jugar sobre el césped del coloso en las primeras dos jornadas que tiene de local (25-26 de enero y 1-2 de febrero).
La razón obedece a que luego de celebradas las semifinales se le sembró una nueva semilla a la grama y está en crecimiento. «Esta espectacular el engramillado, pero no se puede ocupar todavía. Ahorita ya está creciendo la grama nueva, pero hay que hacerle cortes y que vaya agarrando bien el colchón», explica Castaneda.
Los paquidermos abren su cartelera de visita al Limeño, luego el 25 o 26 de enero actuarán de local ante Cacahuatique, pero tendrán que buscar un estadio alterno, el 29-30 irán de visita a Platense y volverían a jugar en casa ante Dragón 1-2 de febrero, pero igual aún no estaría disponible el Cusca.
«El 8 y 9 de febrero ya se podría ocupar (la cancha). Eso ya se los comuniqué a los señores de Alianza», afirmó Castaneda, quien reveló que Águila y FAS también usarán el Cuscatlán como estadio alterno. «Esa cancha ha quedado preciosa. Va a dar gusto jugar ahí» agregó.
EL FÚTBOL NO GENERA UTILIDAD
Castaneda sostiene que el fútbol no les es rentable, que son los conciertos los que subsidian las mejoras que se hacen en el Cuscatlán, como en este caso la siembra de la semilla de la grama Bermuda que es originalmente la del Coloso de Monserrat.
«No es rentable (el fútbol). En esta temporada (pasada) jugaban Alianza-Águila y venían 2,000 personas, 3,000 personas y no se vende cervezas, solo agua y jugo. Con esa afición realmente a nosotros no nos salía, pero no quisimos olvidarnos del fútbol», dijo.
«De suerte tenemos los conciertos. Tenemos los conciertos que nos dejan buenas ganancias. El concierto se vuelve subsidio. Hemos mejorado los camerinos, la iluminación, compramos las butacas de platea», enumera.