Además de perder a sus seres queridos y que sus casas fueran total o parcialmente destruidas por el terremoto del 13 de enero de 2001, los habitantes de la colonia Las Colinas, en Santa Tecla, La Libertad, fueron víctimas de engaño por una «fundación» que buscaba quedarse con sus terrenos.
Todo inició ese mismo año con un donativo de Taiwán por un monto de $2.5 millones, los cuales serían destinados para atender a los afectados de la tragedia. Según Alejandro Flores, habitante de Las Colinas, estos fondos fueron donados al gobierno del expresidente Francisco Flores [1999-2004] previo a la entrega de un segundo desembolso de $10 millones.
La diferencia con el segundo donativo fue que el exmandatario reconoció haber recibido millones de dólares [entre 2003 y 2004], los cuales según lo comprobó en tribunales la Fiscalía General, $10 millones fueron a parar a las cuentas bancarias del partido ARENA para financiar la campaña presidencial de Elías Antonio Saca.
Las esperanzas de miles de damnificados estaban puestas en los donativos otorgados por Taiwán. En el caso de los $2.5 millones, según relata Alejandro Flores, el gobierno en turno tomó la decisión de querer construir un parque memorial en el área donde estaban las viviendas de Las Colinas, algo que no fue del agrado de los ciudadanos, pues ellos necesitaban apoyo económico para reconstruir sus viviendas.
Dicha área comprendía espacios donde fueron arrasadas por el deslave un estimado de 256 viviendas; el gobierno de Francisco Flores delegó a la Fundación Tecleña Pro Medio Ambiente (Futecma) para que manejara el parque memorial, un proyecto que desde su inicio fue inconsulto y nada transparente, según denunciaron los afectados.
Según relata Alejandro Flores, para la construcción de este parque era necesario que dicha fundación adquiriera estas propiedades, por lo que comenzaron a ofrecerle a los propietarios víctimas $8,500. Muchos de ellos fueron damnificados por la tragedia y creyeron que se trataba de ayuda económica.
Sin embargo, al verificar a detalle la documentación se dieron cuenta que por esa cantidad estaban vendiendo su propiedad a la fundación.
«Algunas personas recibieron cheques creyendo que se trataba de una ayuda, pero en realidad al darse cuenta los inmuebles ya no eran de su propiedad. El ILP (Instituto Libertad y Progreso) fue el encargado de hacer las escrituraciones y transferirlas a Futecma, tenía registrados 140 inmuebles», relató Flores.
El resto de los ciudadanos no aceptaron la «ayuda» porque no querían perder sus propiedades, sin tener asegurada una «vivienda permanente» para lo cual Taiwán dio otros $3 millones. Por esa época las casas se cotizaban en no menos de $35,000, actualmente, se valoran hasta en $80,000, mientras cada terreno se cotiza hasta en $25,000.
«En momentos de angustia los agarraron [pues hubo personas que no tenían dinero para enterrar a sus familiares], pero no se dieron cuenta que lo que estaban haciendo era entregando sus inmuebles», recuerda Flores.
Quienes no aceptaron la propuesta de «ayuda» decidieron reconstruir con préstamos bancarios. Los gastos en los que incurrió Flores fueron de $3,000.
Este ciudadano explicó que los vecinos se organizaron y acudieron a la Asamblea Legislativa para que se revirtiera disposiciones que contenía el Decreto Legislativo 380 [emitido en abril de 2001], el cual, según dijo, daba facultades a Futecma para administrar el parque memorial al ser nuevo dueño de las propiedades.
Los afectados tuvieron que esperar 15 años para que la Asamblea Legislativa emitiera en agosto de 2016 un nuevo decreto, el 443, que ordenaba a Futecma devolver los terrenos a sus antiguos propietarios. Estas disposiciones fueron prorrogadas un año más, y en septiembre de 2017 fue emitido otro decreto, el 778.
«Al no haberse cumplido el objetivo establecido en el Decreto Legislativo 380 y el 443 (…) se autoriza la transferencia de los inmuebles mencionados en este decreto a sus antiguos propietarios o sus legítimos herederos», detalla el artículo 1 del mencionado decreto.
«Autorizase a la Fundación Tecleña Pro Medio Ambiente transferir en calidad de donación a sus antiguos propietarios o sus legítimos herederos que así lo solicitaren», advierte el segundo artículo.
De las 140 propiedades que fueron compradas por Futecma, un estimado de 115 fueron devueltas a sus dueños originales. El resto son propiedades de sobrevivientes que se fueron del país y no han reclamado.
Para el presupuesto de 2015, los habitantes de Las Colinas pidieron a la Asamblea incorporara un sobrante de casi un millón de dólares [de los $2.5 millones donados por Taiwán] para distribuirlos entre quienes perdieron sus casas, aquellos que no aceptaron los $8,500 ofrecidos por Futecma.
En 2017, representantes de la mencionada fundación fueron convocados por la Asamblea Legislativa, junto a los habitantes de Las Colinas, para conocer cómo iba el proceso de devolución de inmuebles.