Quisiera ir de paseo, quisiera bajar de peso, quisiera tomar decisiones más adecuadas, quisiera iniciar con mi proyecto. Son tantas las cosas que deseamos y tan pocas las que logramos consolidar.
Me han abordado varias personas que me consultan por diferentes motivos y situaciones sobre qué deben hacer o cómo hacerlo. Antes de apoyar a alguien me dedico a escuchar y recolectar la mayor cantidad de información de cada persona, lo que considero el punto más importante de mi trabajo, para no brindar una estrategia genérica, dado que, si una estrategia es útil para una persona, no quiere decir que le será de utilidad a otra. A medida que recolecto información, en medio de todo lo que expresan las personas hago preguntas, y entre las respuestas que me brindan se encuentra parte de la estrategia que la persona debe tomar. También hago comentarios, y puedo asegurarles que es sumamente común para mí escuchar «yo sé».
Cuando alguien me dice esas dos palabras quiere decir que hay pensamientos que los están limitando, son personas que tienen capacidad de análisis, pero escasa capacidad de pasar a la acción. Una buena amiga me dice que imagina varios posibles escenarios pensando en todo lo negativo que puede suceder; en realidad, no pasa nada, están solo en su mente.
Hay muchas relaciones viviendo solo de la ilusión de que esa relación será duradera, a pesar de que tengan todas las evidencias que demuestran lo contrario. Parte de mi trabajo y algo que he aprendido a lo largo de los años es no juzgar a nadie, porque cada persona tiene su propia realidad y solo cada persona la conoce. Cuando hago mi comentario basado en todo lo que me han dicho, me dicen «yo sé». Hay muchos proyectos que no se pueden iniciar porque las personas piensan que no son proyectos sólidos o que nadie los apoyará, aunque, si lo pensamos bien, todos los proyectos llevan un proceso y no necesariamente son buenos desde la primera idea; hay que ordenar, analizar y mejorar las ideas para que se conviertan en algo sostenible o productivo. También se necesita tomar riesgos y realizar acciones a pesar del miedo. Hago mi comentario positivo sobre los resultados que podrían obtener y me dicen «yo sé».
Al decir «yo sé» admitimos saber mucho, pero con lo que hacemos demostramos actuar poco, todo esto debido a experiencias desfavorables que tomamos como leyes para la vida, porque tememos salir de la zona de comodidad, porque pensamos que no somos suficientes y necesitamos de alguien más, somos nosotros mismos los que saboteamos nuestro futuro.
A todos los que leen estas palabras: si tus respuestas son «yo sé», cambia esas palabras y actúa, toma decisiones, al menos inténtalo. Es sorprendente todo lo que se puede lograr cuando dejamos los miedos a un lado y empezamos a realizar planes para materializar nuestros sueños. Toma las decisiones necesarias para tu bienestar, confía en ti. Si eres de los que escuchan los «yo sé», evita criticar y juzgar, brinda comprensión, y si consideras que hay posibilidades de panoramas positivos, exprésalos, será de más ayuda.