Lograr que el voto en el exterior sea una realidad nos ha permitido solventar una deuda histórica para toda nuestra diáspora, que año con año había sido excluida no solo de su país, sino también de las decisiones y hasta de sus mismos derechos por parte de los antiguos gobiernos y de la antigua Asamblea Legislativa.
Nuestro compromiso es real y no solamente queremos representarlo: queremos hacer valer sus derechos, que por decreto constitucional deben ser respetados. Ahora pueden participar en el proceso electoral del país activa y pasivamente. Su voto contará en las elecciones de 2024, cuando podrán elegir a sus diputados, alcaldes y presidente e incluso postularse a dichos cargos.
La importancia de tomar en cuenta a nuestra comunidad salvadoreña internacional es clave para alcanzar el desarrollo del país, pues su opinión y participación hacen que nuestra democracia crezca. Por ello, en la comisión de reformas electorales y puntos constitucionales de la nueva Asamblea Legislativa hemos habilitado el correo electrónico [email protected], donde nuestra diáspora puede dar sus aportes e ideas para la ejecución de la nueva Ley Especial para el Ejercicio del Sufragio en el Extranjero.
Este tipo de iniciativas es parte de nuestro compromiso como legisladores, y estamos aportando un hecho histórico para nuestro país y el mundo. Hacemos un trabajo en conjunto con el Gobierno de nuestro presidente Nayib Bukele demostrando la igualdad para todos los salvadoreños y, sobre todo, siendo uno de los pocos países a escala regional que están manejando esta modalidad.
En diferentes interacciones y acercamientos, nuestra diáspora nos ha expresado cómo se siente feliz por estas iniciativas de ley, que poco a poco van orientando el camino en el que queremos ver a El Salvador. Este es el momento de cambiar nuestro país, y qué mejor forma de hacerlo que escuchando a nuestro pueblo, tanto dentro como fuera del territorio nacional.
Aún nos falta un largo camino que recorrer, pero en tan solo seis meses hemos logrado éxitos para nuestro país y nuestra gente, brindándole un derecho de identidad que había estado desfasado por las administraciones anteriores. Logramos que la utilización de documentos como pasaporte y partidas de nacimiento sean ahora válidos para ejercer su derecho constitucional al sufragio.
Nuestra diáspora es fundamental para el crecimiento como nación; es nuestra mayor representación en el exterior. Entre ella están nuestros inversionistas más leales, con quienes podemos contar. Ahora vivimos en una realidad diferente, donde estaremos cerca de nuestra gente, demostrándoles la nueva forma de trabajar en política para nuestro amado El Salvador. Somos la nueva Asamblea Legislativa.