La pronta intervención de la Fuerza Naval, la Policía Nacional Civil (PNC) y de la Fiscalía General de la República (FGR) ha permitido que en el período de enero a octubre de este año los decomisos de droga, especialmente de cocaína, hayan sumado más de 4,600 kilogramos, valuados en cerca de $97 millones, según los reportes de las autoridades.
De acuerdo con los registros oficiales, solo en los primeros 10 meses de este año fueron decomisados 4,643 kilos de diferentes drogas en diversos puntos del país. La cocaína ocupa la mayor cantidad de droga confiscada al narco: 3,840 kg en total.
Mucho de este trabajo se debe a las intervenciones que a diario desarrollan policías y soldados en cumplimiento del Plan Control Territorial, la principal estrategia de seguridad del presidente Nayib Bukele para combatir la criminalidad y la narcoactividad.
Ya en otras ocasiones funcionarios de instituciones que integran el Gabinete Ampliado de Seguridad han explicado la relevancia de efectuar.
estos decomisos de droga, pues con ellos se logran reducir otros delitos, como homicidios, robos y desapariciones, relacionados con el narcotráfico.
Uno de los decomisos de cocaína más grandes hechos este año se registró el 31 de julio, cuando un equipo de la Policía Antinarcóticos y de la Fuerza Naval confiscó 1.4 toneladas de cocaína, valuadas en $35 millones. El cargamento iba hacia México, según las autoridades.
Este decomiso fue ejecutado a 907 km de la costa (409 millas náuticas), y es «la incautación más lejana» hecha mar adentro, según el ministro de la Defensa, Francis Merino Monroy.
Aunque la presentación de la droga quedó registrada el 6 de agosto, Merino Monroy indicó que el seguimiento a los narcotraficantes lo hicieron 25 días antes y que seis días atrás habían interceptado a los traficantes en alta mar. Debido a lo retirado de la costa, tardaron en llegar a tierra con el decomiso.
En ese procedimiento detuvieron a un colombiano, dos ecuatorianos y tres mexicanos, informó la Fiscalía General.
«Las estadísticas indican que por cada desembarco de droga que hay en un país se evita que se generen entre 20 y 25 homicidios, es decir, que no solamente la cantidad de armas y personas que ya no van a ser empleadas para el narcotráfico, sino la cantidad de vidas que se pueden salvar con estas operaciones», dijo el ministro Merino Monroy en una presentación de decomisos.
Otra de las incautaciones importantes de droga fue hecha el 24 de julio, cuando la Fuerza Naval interceptó una lancha con tres pescadores (un colombiano y dos ecuatorianos) navegando 310 millas náuticas al sur de Punta Remedios, en el municipio de Acajutla, en Sonsonate, transportando 585 kilos de cocaína, valuados en $14.6 millones.
De acuerdo con la información de la Fiscalía, parte de la droga fue ocultada en 24 bidones plásticos. El cargamento había sido colocado en compartimientos de la misma lancha, por lo que, al despertar sospecha, una patrulla de la Fuerza Naval decidió intervenir la embarcación.
Según explicaron las autoridades, la droga era transportada desde Sudamérica y creen que tenía como destino México o Estados Unidos.
EL NARCO INCREMENTA EL NIVEL DE VIOLENCIA
En 2020, las autoridades de Seguridad se incautaron de 2.93 toneladas de diferentes tipos de drogas, valoradas en más de $48 millones.
De acuerdo con un informe de 2020 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), el narcotráfico en Centroamérica y el Caribe contribuye a aumentar el ya muy elevado nivel de violencia en la región por la competencia entre los grupos criminales.
La JIFE insiste en que «las pandillas locales y los grupos delictivos internacionales siguen explotando» la región de Centroamérica y el Caribe «como zona de tránsito y ruta de reexpedición de las drogas procedentes de Sudamérica y destinadas a los mercados de consumo de Norteamérica y Europa».
Los datos oficiales detallan que hasta el momento hay un acumulado de 5,952 personas arrestadas por delitos relacionados con el narco. Solo en 10 meses de este año hubo 2,545 detenciones, de las cuales 2,284 ocurrieron en período de flagrancia.