El Juzgado Especializado de Instrucción de Occidente, con sede en Santa Ana, instaló ayer la audiencia especial de imposición de medidas contra más de una veintena de personas acusadas de integrar una banda de asaltantes, denominada Rápidos y Furiosos, que delinquía en al menos cuatro departamentos del país.
La Fiscalía General de la República (FGR) informó la semana pasada sobre las detenciones de los ahora procesados en Sonsonate con lo que se desarticuló la banda. Según las investigaciones, esta habría cometido al menos 27 asaltos en Sonsonate, San Salvador, Cuscatlán y Usulután.
Los delitos fueron cometidos entre octubre de 2019 y agosto del año pasado, en los cuales habrían robado un monto de $191,875, electrodomésticos y otros artículos de valor de las víctimas, como prendas de oro y computadoras.
Fuentes de la FGR indicaron que durante la audiencia de imposición de medidas, que ayer por la tarde todavía se desarrollaba, se solicitaría que los 15 imputados presentes fueran enviados a prisión provisional, y que el caso pase a la siguiente fase del proceso judicial.
Hay otras seis personas acusadas en el caso que se encuentran ausentes, incluyendo al presunto cabecilla de la estructura, identificado como Jorge Adonay Martínez Martínez, y también un elemento de la División de Protección a Personalidades Importantes (PPI), identificado como Juan de Dios García López.
De acuerdo con las autoridades, la forma de operar de esta banda era simular operativos policiales, en los que sus integrantes se hacían pasar como investigadores de la Policía, incluso usaban placas oficiales para ingresar a las viviendas.