El nuevo jefe de British Airways, Sean Doyle, abogó el lunes para que se hagan pruebas de coronavirus antes de tomar un vuelo, la única manera, según él, de que el sector aéreo supere la crisis de la COVID-19.
«No creemos que la cuarentena sea la respuesta. Creemos que la mejor manera de tranquilizar a la gente es introducir un test prevuelo fiable y asequible», dijo en una conferencia en línea organizada por la industria aérea británica.
Fue la primera intervención del nuevo consejero delegado y presidente de British Airways, que asumió las riendas de la compañía la semana pasada, después de la salida de su predecesor, el español Álex Cruz.
El sector aéreo se opone a la cuarentena impuesta por el Gobierno británico, que exige que los viajeros procedentes de Francia o España, por ejemplo, permanezcan aislados durante 14 días.
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Esta medida afectó la demanda y obligó a las aerolíneas a reducir sus programas de vuelo para los próximos meses, aunque este verano todavía esperaba un repunte en el tráfico.
«Incluso si el período de cuarentena se reduce a siete días, la gente no viajará aquí y el Reino Unido se quedará atrás», advirtió el irlandés.
