El cambio climático es una amenaza que llega despacio, tan lenta que de un día a otro no hace un cambio perceptible en nuestro entorno, pero con el pasar de los años y el tiempo, estos cambios llegan causando estragos y se van percibiendo considerablemente, afectando directa e indirectamente nuestras actividades diarias, por eso no todos los cambios los asociamos al cambio climático, y no visualizamos la amenaza que realmente representa en nuestro entorno y en nuestra vida cotidiana.
No todas las personas conocen lo que realmente representa y significa el cambio climático, muchas solo comparan los cambios que han percibido a lo largo de los años, como un recuerdo vago de su niñez comparado con las condiciones actuales, además de escuchar las historias de personas de mayor edad de cuando hacían incursiones a la zona rural para convivir en la naturaleza. El cambio climático es un aumento de temperatura en el planeta provocado por emisiones de gases de carbono y de efecto invernadero a la atmósfera por efecto de la actividad humana.
No todos los países en el mundo tienen igual responsabilidad en mantener las condiciones que propician el cambio climático, más si comparamos las emisiones de carbono que cada nación ocasiona, y esto es debido al nivel de industrialización y economía particular. Lo cierto es que existen países que son más afectados que otros, y esto es debido a la alta vulnerabilidad que sus poblaciones tienen; asimismo, influye el poco trabajo o atención de sus legisladores en sus regiones.
Los países como el nuestro, ubicados en la región tropical, son parte de los más afectados por los cambios en las condiciones que el cambio climático origina, afectando en cosas tan básicas de nuestra economía, un ejemplo puede ser el aumento de los granos básicos por la pérdida de cultivos y diversas cosechas nacionales, por la formación de canículas o bien por los estragos de tormentas tropicales originadas por los cambios de temperatura en los océanos. Este es solo uno de los ejemplos clásicos de la amenaza que representa el cambio climático en nuestra vida cotidiana.
La pérdida de biodiversidad es otra amenaza latente que provoca daños en la salud ambiental de nuestros ecosistemas, alterando las redes tróficas y la regulación de los ciclos naturales de nuestros recursos, promueve la propagación de plagas y especies invasoras, la migración de especies nativas por la búsqueda de mejores condiciones climáticas, la desertificación e incendios forestales, la reducción de especies marinas de importancia económica en manglares y en arrecifes de coral, el aumento de la densidad poblacional de insectos vectores de enfermedades tropicales, entre muchas otras.
Para enfrentar la amenaza inminente han surgido diversas iniciativas y trabajos en conjunto que buscan amortiguar, concienciar y crear una resiliencia para enfrentarse a los impactos del cambio climático en cada una de las regiones, y es ahora que debemos reforzar nuestras alianzas por un trabajo en conjunto, incluyendo a toda la población, empresarios, políticos y académicos, para poner metas en común y cambiar nuestro sistema de alto consumo de recursos, y más bien tener una visión más sustentable, más amigable y que apueste por la conservación de la naturaleza y de nuestra biodiversidad.