Comencé este nuevo año con renovada convicción de que El Salvador, tras largos años de estancamientos y retrocesos, por fin se ha levantado y se ha puesto en marcha hacia el desarrollo. Estas son algunas de mis reflexiones al respecto.
- Nunca dudé de la existencia de Dios, pero mi vida ha transcurrido entre brutales dictaduras militares, una guerra civil tan sangrienta como inútil y otros 30 años de violencia criminal y total corrupción, y me preguntaba dónde estaba Dios. Ahora lo veo en la felicidad del pueblo. Aquí está Dios.
- La lógica se funda en el principio de identidad, A es igual a A. Las cosas no son esto y lo otro. O son esto o son lo otro. Un venado no es una piedra, una piedra no es el vacío. Puedes comerte un venado, pero no puedes comerte una piedra, ni golpear el vacío. Oligarquía: poder de la élite; democracia: poder del pueblo.
- Lenin, Mao y Castro pretendieron forjar un utópico hombre nuevo y terminaron convertidos en dictadores. No entendieron que el hombre nuevo era el simple ciudadano con derechos y deberes constitucionales en un Estado realmente democrático.
- La verdadera oposición no es entre el capitalismo y el socialismo, sino entre el capitalismo salvaje o neoliberal, excluyente, y el capitalismo con democracia, incluyente. La confrontación real es entre el poder de la élite y el poder de la mayoría, entre la dictadura y la democracia.
- Una pregunta razonable de Max Keyser es si El Salvador ya creció al
10 %, ¿qué le impedirá crecer al 20 %? Mi respuesta es que lo lograremos y tendremos la mayor tasa de crecimiento del mundo. Cuando se combinan la decencia y la inteligencia, todo es posible. - Hemos tenido presidentes ladrones. ¿Sería insensato quitar sus vergonzosos retratos del altar de la patria y dejar en su lugar solo una plaquita con su nombre, período y el monto que se robaron? Ningún pueblo, Estado o Gobierno está obligado a honrar a los corruptos que tanto daño causaron. Eso también es justicia.
- La justicia por fin está llegando hasta los capos de las cúpulas políticas, sus financistas y operadores. El pueblo ha despertado, la impunidad de los corruptos ha terminado. Esto es una decisión independiente, libre y soberana.
- Cada 16 de enero los capos de la derecha y de la izquierda se disfrazaban de próceres de la patria, se lavaban las manos manchadas con la sangre del pueblo y celebraban, por todo lo alto, la repartición del botín nacional y su pacto de impunidad. Eso se acabó para siempre.
- Diagnóstico de la oposición: intelectualmente indigente, moralmente indecente, políticamente torpe. Conclusión: para esa combinación de patologías no hay cura posible. Sé muy bien que no me entenderán, pero eso también es parte de su enfermedad terminal.