El recuento de votos de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales comenzó el domingo por la tarde, tras el cierre de las urnas a las 17H00 hora local (14H00 GMT), y los partidarios tanto de Recep Tayyip Erdogan como de su rival Kemal Kiliçdaroglu estaban a la expectativa.
El resultado del escrutinio decidía si el actual presidente Erdogan, de 69 años y veinte en el poder, continúa un tercer mandato como jefe de Estado.
«Hemos hecho un llamado a la calma antes del final de la votación (…), antes de que se cuenten los votos», explicó Halis Firet.
Este pintor de 56 años es uno de los miles de observadores desplegados por el CHP (Partido Socialdemócrata), del candidato de la oposición, para esta segunda vuelta de las elecciones presidenciales, la primera en la centenaria República turca.
«Hubo tensiones durante la jornada a causa de un sobre mal cerrado», denunció un simpatizante del AKP, el partido islamoconservador del presidente saliente.
Los ánimos se caldearon, la papeleta no se contó y tuvo que intervenir la policía, dijo.
Color mostaza
Sentado detrás de un escritorio, con los dedos apretando un bolígrafo, Halis Firet mantiene la mirada clavada en los sobres color mostaza.
Apoyados contra la pared, con el mismo rostro serio, la misma concentración, otros hombres observan las operaciones sin decir una palabra.
A mediodía, Kemal Kiliçdaroglu había instado a sus partidarios a permanecer cerca de las urnas tras el cierre de los colegios electorales «porque estas elecciones se han celebrado en condiciones muy difíciles», había señalado.
Al cierre de las urnas, el jefe de Estado hizo lo mismo.
La primera vuelta del 14 de mayo, que dio a Erdogan una ventaja (49,5% de los votos frente a 44,9% para su rival) fueron «competitivas», pero se desarrollaron con una «ventaja injustificada» para Erdogan, dada por los medios de comunicación oficiales, según la misión conjunta de la OSCE y el Consejo de Europa.
El domingo, una vez cerrada la votación, la Comisión Electoral afirmó que no había constatado ningún incidente. Pero la tensión era palpable.
«La segunda vuelta de las elecciones presidenciales terminó (…) Hemos llegado a la fase más crítica de las elecciones. Protegeremos los votos, las bolsas de papeletas y las actas firmadas», declaró en rueda de prensa Faik Oztrak, portavoz del CHP, el partido creado por Mustafa Kemal Atatürk, fundador de la Turquía moderna.
«Vigilen e impidan cualquier irregularidad. No abandonen su lugar de trabajo. Nadie debe moverse hasta que los resultados sean definitivos», añadió.
En el colegio técnico Maçka, en un barrio acuadalado de Estambul, Kemal Kiliçdaroglu fue declarado vencedor en una de las urnas, lo que no provocó ninguna reacción en la sala.
Al mismo tiempo, los primeros resultados dados a nivel nacional daban una ventaja significativa al presidente saliente, después de haberse escrutado más de la mitad de las papeletas.