La elaboración de piezas a base de piedra negra o de volcán es un oficio que ya poco se lleva a cabo en el país, ya que con el paso del tiempo se ha ido perdiendo el interés por aprender; sin embargo, para Cruz Ventura, que lleva 50 años de dedicarse a lo que también se conoce como artesanía en piedra, ha sido su principal fuente de trabajo, al que asegura que se dedicará hasta sus últimos días.
Manifiesta que este trabajo es arduo, desde explorar para extraer la piedra hasta lograr sus creaciones utilizando fierros específicos y hasta personalizados para darles forma.
Contó que aprendió este arte desde que tenía 12 años, pues sus padres y demás familiares hacían este trabajo.
Piedras de moler de todo tamaño, molcajetes, pilas, lavamanos, figuras de monos, tortugas, sapos y otras piezas son parte de lo que elabora en su improvisado taller, ubicado en un terreno de la carretera a Santo Domingo, en la jurisdicción de San Sebastián, San Vicente.
«Los que más se elabora son piedras de moler y molcajetes, pero aquí podemos hacer de todo. Solo que a veces trabajamos con diseños que nos traen, así se hace más exacto lo que les hacemos a los clientes», agregó mientras aclaró que en general trabaja con pedidos.
El molcajete es una pieza que se utiliza principalmente para triturar verduras, vegetales u otros productos y que en gastronomía da un mejor sabor a los platillos, también los compran para decoración u otros usos.
Cruz tiene 62 años y comentó que sus hijos han aprendido este arte, pero no se dedican a eso. «Ellos pueden, pero algunos solo vienen a ayudarme, ellos hacen otras cosas», expresó el artesano mientras tallaba una piedra de moler.
Debido a que pocos se dedican a este oficio, a veces no da abasto con los trabajos que hay que hacer. En general elabora entre dos y tres artículos al día, dependiendo del tamaño y de la existencia de la materia prima, pero siempre está en la disponibilidad de ofrecer sus productos.
Relató que la piedra con la que trabaja, que es extraída del terreno donde las elabora, es de mayor calidad en comparación con otras en venta en el país, y la preferencia por sus piezas a diferencia de otras de importación es una muestra.
«Los clientes prefieren nuestro producto cuando hemos ido a vender a Sonsonate; ahí llevan desde Guatemala, pero las nuestras son las que más prefieren», recalcó.
El artesano lamentó la falta de interés de las actuales generaciones por continuar con este oficio. «Lo hallan muy pesado, no quieren trabajar», dijo.
Si necesita algún producto elaborado por Cruz, puede llamarlo al 7940-9813.