Los clubes ingleses decidieron no dejar a algunos de sus jugadores extranjeros disputar partidos internacionales en septiembre, en países clasificados en zona de riesgo COVID elevada, para evitarles diez días de cuarentena, impuestos a la vuelta por el gobierno inglés.
La organizadora del campeonato inglés, que «apoya con firmeza» esta decisión, precisó que «la medida afecta a unos 60 jugadores de 19 clubes de la Liga Premier que debían viajar a 26 países» donde el gobierno inglés considera que la circulación del nuevo coronavirus y sus variantes es demasiado alta. Según las reglas en vigor actualmente en Reino Unido, cualquier persona que regresa de un país de la lista roja tiene que aislarse diez días en un hotel elegido por el gobierno, sea cual sea su estado de vacunación.
Y según la «lista roja» de Gran Bretaña, Centroamerica está incluida, lo que afecta de entrada a los Estados Unidos, que el día 2 de septiembre visita nuestro país y el 8 del mismo mes a Honduras.
Por tanto, los actuales campeones de la Copa Oro perderían a los jugadores Christian Pulisic (Chelsea) que actualmente sufre de COVID-19, además de Matthew Olosunde (Preston North End), Erik Palmer-Brown (Manchester City), Josh Sargent (Norwich City), Zack Steffen (Manchester City) y Cameron Carter-Vickers (Tottenham).
Y aunque la FIFA, que había permitido temporalmente que los equipos no liberaran a sus jugadores si corrían el riesgo de ser aislados a su retorno, ha puesto fin a esta excepción. Por tanto los clubes ingleses se exponen a sanciones al «bloquear» a sus internacionales.