Bogdanovich comenzó su carrera como un influyente crítico de cine. Dio sus primeros pasos como director con «Targets», de 1968, antes de contribuir en la redacción del guión de «La última película», su oda al Estados Unidos de los años 1950.
La cinta, ambientada en un pequeño pueblo de Texas que enfrenta momentos difíciles, levantó comparaciones con «Ciudadano Kane». Obtuvo ocho nominaciones a los premios Óscar en 1972, conquistando dos estatuillas doradas.
«Estoy devastado. Era un artista grandioso. Nunca me voy a olvidar del estreno de ‘La última película», dijo el director Francis Ford Coppola, en un comunicado a AFP.
«Recuerdo que al final, la audiencia se levantó y explotó en aplausos por fácilmente unos 15 minutos. Que descanse en paz durante la eternidad, disfrutando la emoción de nuestros aplausos para siempre», agregó.
Después de conquistar otros logros al comienzo de la década de 1970, como con la comedia «What’s Up, Doc», de Barbra Streisand, y «Luna de Papel», con la cual la actriz Tatum O’Neal ganó un Óscar a los 10 años, la carrera de Bogdanovich declinó.
Además de estrenar varias producciones consideradas fracasos, tales como «Daisy Miller» y «At Long Last Love», en el plano personal también tuvo altibajos.
Bogdanovich tuvo un romance con la modelo de la revista Playboy Dorothy Stratten, quien fue asesinada por su esposo antes de que el director estrenara la producción «They All Laughed», en la cual él protagoniza por primera vez.
Se casó con su media-hermana, y quedó en bancarrota, tras lo cual regresó de Los Ángeles a Nueva York, su ciudad natal, y volvió a escribir críticas de cine.
En los últimos años, Bogdanovich aceptó roles en la televisión y el cine, como el de psiquiatra de la terapeuta de Tony Soprano en «Los Soprano», y de un DJ en «Kill Bill», de Quentin Tarantino.