Una de las analogías que más me gustan de las estrategias de marketing digital es la que se hace con el cuerpo humano, porque el marketing digital es el uso articulado de diferentes herramientas y canales que trabajan juntos para promover la interacción de las personas para generar un intercambio.
El marketing digital no solo son redes sociales, es un conjunto de órganos que nos ayudan a hacer que nuestras empresas lleguen más lejos, por supuesto las redes sociales son importantes, pero es cuestión de priorizar en qué momento de madurez está mi estrategia, pero eso será otro tema.
Comparto esta analogía, que es un recurso que nos ayuda a comprender cómo puedo realizar acciones de marketing digital de forma más eficiente y con mejores resultados, estas partes son:
El cuerpo es el sitio web del ecosistema digital, es el que le da estructura y sostén a toda la estrategia, es el ser viviente que nos hace movernos. Al ser el sitio web el medio digital propiedad de la empresa, donde nosotros ponemos las reglas a diferencia de los medios sociales, podemos implementar acciones específicas y orientadas, por ello se le conoce como canal digital principal y es el que marca la dirección de nuestra estrategia.
El cerebro es el branding, la marca es la que toma decisiones, sobre lo que la empresa pretende hacer, qué públicos atender y cuáles son las acciones mercadológicas que nos interesa lograr, como qué queremos que nuestros usuarios hagan y cómo los dirigimos hacia ello.
Los ojos son las métricas. Todo se puede medir en marketing digital. Establecer métricas base y puntos donde vamos a medir la «conversión» de nuestros visitantes nos ayuda a observar el camino que llevamos y a ver cuál es el más conveniente que debemos tomar.
Los pulmones y los oídos son las redes sociales, nos traen oxígeno, que son nuestros visitantes que nos hacen respirar, y al interactuar con ellos los escuchamos para saber qué dicen de nosotros.
Los brazos y las manos, la conversión de los usuarios por medio de todas las herramientas que permiten que ellos interactúen con nosotros, como formularios, tiendas en línea, etc. Los abrazamos porque queremos la cercanía de su información y de sus acciones mercadológicas, como una venta.
Los pies son el alcance a los públicos objetivos, los que nos hacen caminar hacia donde están nuestros objetivos de interacción con los clientes potenciales. Dentro de estas herramientas están la optimización de los motores de búsqueda (SEO, por sus siglas en inglés), el mercadeo en motores de búsqueda (SEM) y el mercadeo en social media. Son inversiones inteligentes en tiempo y en dinero para dar más alcance a los contenidos en nuestro ecosistema.
El corazón son los contenidos. Esta es la parte más importante de la estrategia de marketing digital porque los contenidos son la sangre que circula en todo el ecosistema, los une y lleva todos los nutrientes que los canales necesitan para funcionar.
Con esta analogía, podemos cuestionarnos sobre nuestra estrategia de marketing digital de la siguiente manera: ¿cómo lo ejercitamos? Realizando acciones y tácticas periódicas y constantes. ¿Cómo logramos que llegue más lejos? Realizando ejercicios más enfocados en el área que queremos fortalecer, invirtiendo con vitaminas específicas que nos darán mayor rendimiento en nuestros ingresos.
Comparte en las redes sociales de cuál parte del ecosistema quieres que hablemos en el futuro.