A diferencia de las medidas fiscales implementadas por los gobiernos de ARENA y del FMLN, el presidente de la república, Nayib Bukele, decidió en su primera gestión (2019-2024) y en la actual (2024-2029) no aumentar los impuestos para no afectar el bolsillo de los salvadoreños.
La postura de no incremento en los gravámenes, como en el caso del impuesto al valor agregado (IVA), la ha sostenido el mandatario incluso en momentos de emergencia nacional, como en la crisis sanitaria generada por la pandemia de la COVID-19.
«El presupuesto general de la nación para 2021 es el presupuesto con mayor inversión social en la historia, y eso es lo que les molesta a los políticos de siempre. Por eso dicen que llevan nuevos impuestos y aumento al IVA, lo cual es completamente falso: no podemos castigar la economía de los salvadoreños», expresó el presidente Bukele en 2020, previo a la aprobación del plan anual de gastos.
Cuatro años más tarde, el Ejecutivo envió —el 30 de septiembre pasado— a la Asamblea Legislativa el proyecto de presupuesto correspondiente al ejercicio fiscal 2025, el cual tampoco contempla un aumento al IVA ni la imposición de nuevos gravámenes, para no afectar las finanzas en los hogares salvadoreños.
«El proyecto de presupuesto 2025 no contempla ningún incremento al IVA. Es falso lo que ha circulado por algunas voces; el Gobierno no tiene planeado incrementar ningún impuesto», reafirmó el ministro de Hacienda, Jerson Posada, el 11 de octubre pasado, cuando acudió a la comisión de hacienda de la Asamblea Legislativa a explicar el presupuesto general del Estado para el próximo año.
Las declaraciones del titular de Hacienda ocurrieron en momentos en que la oposición política trataba de implantar la idea de que el Ejecutivo incrementará el IVA como una medida fiscal en el presente quinquenio.
De acuerdo con el politólogo David Hernández, la última vez que hubo un aumento en el IVA fue a causa de un pacto que ocurrió entre la izquierda y la derecha políticas en la Asamblea Legislativa, en 1995, con el propósito de elevar este gravamen del 10 % al 13 %.
El pacto formalmente fue suscrito el 31 de mayo de 1995 por diputados que el domingo 20 de marzo de 1994 fueron electos con la bandera del FMLN, pero que a los pocos días se dividieron para conformar el Partido Demócrata, cuyo dirigente más visible fue Joaquín Villalobos, exguerrillero de las filas del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
El pacto entre la izquierda y la derecha se materializó en el documento conocido como Pacto de San Andrés, mientras que el incremento al IVA, del 10 % al 13 %, quedó plasmado en el decreto legislativo 370 del 8 de junio de 1995, que entró en vigor el 1.° de julio de 1995.
La aplicación del 13 % aún está vigente y no fue reducido en los 10 años de gobiernos del FMLN, a pesar de que fue una de las propuestas de campaña del primer presidente efemelenista, ahora prófugo de la justicia, Mauricio Funes.
Para el sociólogo Mauricio Rodríguez, el instituto político de izquierda es un partido incongruente porque sus dirigentes no han cumplido las propuestas de campaña que les hicieron a los salvadoreños.
Además de no disminuir el IVA, el FMLN creó al menos 25 nuevos impuestos en la década que gobernó el país, de acuerdo con señalamientos e informes que organizaciones sociales elaboraron durante los dos gobiernos del partido rojo.