Durante años, la contaminación en los ríos ha sido un problema que ha agudizado la situación del agua en el país, ya que, a mayores niveles de contaminación en los ríos, los caudales disminuyen y es menor la cantidad de agua que puede ser utilizada; además, el agua contaminada provoca graves daños en la salud de las personas.
En ese contexto, la especialista en temas medioambientales, Sandra Martínez, indicó que, durante décadas, el país ha ido perdiendo vegetación y zonas de carga acuífera, que también han impactado de forma negativa en los ríos.
«Según las últimas investigaciones del MARN, se reflejaba que la contaminación de los ríos y lagos estaban contaminados con niveles del 90 % y más. Unos estudios de 2016 y 2017 indicaban que la contaminación en todas las aguas del país era del 94 %. La gente no dimensiona esto, pero es algo grave», explicó la especialista.
Además, indicó que un ejemplo de afectación por alta contaminación es el lago de Coatepeque, el cual, cambia de color sus aguas a un tono turquesa durante dos o tres veces al año. Según Martínez, se debe a los contaminantes que llegan en vertidos domésticos y las altas temperaturas.
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Dicho fenómeno de vertidos de aguas residuales en los cuerpos de agua como ríos es considerado como uno de los principales riesgos, ya que contamina de forma directa las aguas con sustancias químicas que son más difíciles de procesar.
«El problema del agua es crítico, porque cada vez, el líquido se vuelve más escaso y hay un agotamiento de las recargas hídricas, tanto de las aguas superficiales como subterráneas», explicó Martínez.
Ante esta situación, instituciones como ANDA han realizado acciones para proteger a los ríos. Dicha institución cuenta con 22 plantas de tratamiento de aguas residuales que ayudan a que las aguas que llegan a los ríos se encuentren menos contaminadas.

Algunas de las principales plantas de tratamiento se encuentran en Apaneca, Juayúa, San Juan Talpa y San Pablo Tacachico. El pasado 18 de marzo, el presidente de ANDA, Rubén Alemán, inspeccionó la contaminación producida por aguas residuales en río El Molino, Santa Ana, para garantizar un saneamiento integral.
Calidad del agua
Según el Sistema de Información Hídrica del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Marn), la calidad del agua es una medida de la condición del agua en relación con los requisitos de una o más especies bióticas o a cualquier necesidad humana o propósito.
En El Salvador, la mayoría de los ríos tienen una calidad de agua mala, entre ellos están el río Sucio en La Libertad, río Pasaquina y Goascorán en La Unión, río Grande en San Miguel y río Jiboa en La Paz.
Por su parte, algunos de los ríos que tienen calidad pésima de agua son el río Acelhuate, Matalapa, en San Salvador; y río San José en Santa Ana.
Así también, sólo cinco ríos en El Salvador tienen buena calidad del agua, los cuales son río Guayapa, en Ahuachapán, río Apancoyo en Sonsonate, río Julupa y río Grande en Chalatenango, y río Lempa a la altura de San Vicente.
De esta forma, el agua contaminada de los ríos no solo afecta a los ecosistemas del lugar, sino también a las personas porque el líquido es utilizado para diferentes actividades humanas.
«La gente sin darse cuenta, desde mucho tiempo atrás, empezó a contaminar los ríos, los cuerpos de agua y represas. La mayoría de la población, por falta de gestión, políticas y leyes que nos aseguren el líquido vital, han hecho uso de sustancias que contaminan en estos lugares», añadió Martínez.
La especialista advirtió a la población que, si no protegen los ríos, en un par de años, El Salvador podría encontrarse en una situación crítica por el agua.
«Si no comenzamos a poner prácticas que aseguren el agua, no pasarán muchos años para que nos encontremos en una crisis. También tenemos los pesticidas, y como no hay regulación, continúan contaminando los ríos», concluyó la especialista.
DATOS
Regulación
Sandra Martínez explicó que la normativa y regulación del agua debe ser gestionada por el Estado, porque se trata de un bien humano, de los ecosistemas y los animales. Añadió que es uno de los principales retos por los que trabajará en la nueva legislación parlamentaria.
