El director de Políticas Sénior de American Immigration Council, Aaron ReichlinMelnick, refutó la idea de que revocar el Título 42 provoque un aumento de cruces en la frontera de Estados Unidos con México, pues cuando entró en vigor en 2020 debido a la pandemia cuadruplicó las cifras en comparación con el último año en gestión del republicano Donald Trump.
«Aquellos que temen que poner fin al Título 42 conducirá a una elevación [de cruces fronterizos ilegales] deben preguntarse por qué en el momento en que entró en vigor comenzamos a ver el mayor aumento en 20 años», testificó el director el miércoles pasado durante una audiencia ante el Congreso en la que analizaron la política impuesta por el expresidente Trump y retomada por el presidente Joe Biden, y la necesidad de restablecer el asilo en la frontera. El Título 42 es una de las restricciones fronterizas entre EE. UU. y México implementadas para evitar la propagación de la COVID-19.
Las gráficas compartidas por el también abogado de inmigración mostraron que previo a la imposición de la política las aprehensiones de adultos en la frontera eran de menos de 20,000 hasta abril de 2020; sin embargo, esto subió hasta más de 120,000 detenciones para enero de 2022. Los arrestos ascendieron igual en las unidades familiares, las cuales tuvieron un pico desde julio de 2021, con casi 80,000 aprehensiones.
«El Título 42 causó el incremento de cuatro veces los cruces [de personas indocumentadas]», aseveró, sin garantía legal y expuestos a la violencia en México, agregó Reichlin-Melnick describió la política como un fracaso de gestión fronteriza y como medida de salud pública que permitió la expulsión exprés hasta febrero de este año de más de 1.7 millones de inmigrantes.
A su criterio, los cruces no solo son de nuevos migrantes, sino de aquellos refugiados en México que «intentan una y otra vez» llegar a Estados Unidos. De acuerdo con sus informes, el 94 % de los adultos solteros provenientes de Centroamérica han sido expulsados a México bajo esta política.
«A los carteles nada les gustaría más que [el presidente Joe] Biden mantuviera el Título 42, porque garantiza el flujo constante de dinero de los cruces repetidos. Las personas en la frontera intentan ingresar [y pagar] nuevamente», destacó.
El 1.º de abril, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) anunciaron el fin del Título 42 para el 23 de marzo, y esa decisión ha sido controversial para senadores republicanos y demócratas, gobernadores y exfuncionarios de Trump, quienes argumentaron que acabar con la medida precisamente generará la llegada masiva o «invasión» de migrantes sin papeles.
El Título 42 quedó sin efecto para los niños no acompañados y para los ucranianos ante la operación militar con Rusia. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés) a mediados de marzo dio instrucciones a los oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza para que a las familias ucranianas sí les procesaran una petición de asilo. Aunque los líderes inmigrantes comprenden la situación, criticaron una exclusividad para los ucranianos y no para los haitianos, venezolanos y centroamericanos que también huyen de sus países.
Por su parte, la Casa Blanca comunicó esta semana que, aunque esta restricción ya no sea aplicada dentro de un mes, su mensaje de no llegar irregularmente se mantiene firme. Adelantó que dispondrá nuevos procesos.
LA MEDIDA GENERA INCERTIDUMBRE
LA LEY AMPARA EL ASILO
Especialistas indican que en el reglamento de migración está definido que cualquier persona que esté físicamente en EE. UU. o haya llegado a un puerto de entrada puede solicitar asilo. Con el Título 42, los migrantes irregulares no pueden solicitar esta protección. «La administración de Biden no puede bloquear a los solicitantes de asilo por capricho», publicó en Twitter el abogado de inmigración Ben D’Avanzo.
TEXAS SE PREPARA
El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, ya impulsó nuevas órdenes en la frontera sur. La policía estatal empezará a inspeccionar vehículos comerciales que crucen esta zona, con la finalidad de recurrir la velocidad vehicular en los puertos de entradas. También enviará autobuses con inmigrantes irregulares al Capitolio.