Si hacemos una remembranza de lo peor que El Salvador ha vivido en sus 200 años de historia, nos encontramos con situaciones muy difíciles para la vida de la mayoría de los salvadoreños: represión, desastres naturales, conflictos armados, enfermedades, corrupción, pobreza, etcétera, y si consideramos mi análisis en una línea de tiempo, identificando y, sobre todo, enfatizando lo peor que nuestro querido país ha atravesado en las últimas décadas, nos llenamos de una serie de sucesos que dejan claro el mal accionar de dos partidos políticos que gobernaron a El Salvador años atrás, hablamos de ARENA y del FMLN.
Dichos gobiernos fueron lo peor que le pudo pasar al país; por una parte, impulsaron privatizaciones que generaron debilidad en el patrimonio estatal; por otra, malversaron fondos que evitaron desarrollo para el país. Ambos no tuvieron la capacidad de efectuar cambios a nivel sociopolítico que permitieran la igualdad entre los salvadoreños y qué hablar de otra atmósfera, que fue el estallido de la violencia social con los pactos efectuados por ambas líneas ideológicas, con los cuales se fortalecieron los grupos delincuenciales y terroristas, dejando luto y dolor en miles de familias salvadoreñas.
Es repugnante e indignante el solo pensar que tuvieron la desfachatez de negociar con la vida de salvadoreños inocentes para lograr sus planes maquiavélicos, y me atrevo a afirmar que ni en la guerra civil de 1980 a 1992 fallecieron tantas personas.
Y si seguimos con este breve análisis podemos constatar que el flagelo de las pandillas ha sido un factor clave para el incremento de la migración, el cual ha afectado indiscutiblemente a la población salvadoreña.
Es realmente preocupante y muy alarmante pensar en todo ese escenario corrupto que lideró al país en esos años, pues lo único que generaron fue dolor para nuestra gente.
Vemos en contraparte el enfoque y el trabajo del Gobierno actual. Podemos hacer una breve comparación de liderazgo en relación con el buen manejo de la pandemia. Gracias a las estrategias y medidas efectuadas a tiempo por el Gobierno se logró minimizar los contagios en nuestro país, esto pese a la negatividad de las bancadas del FMLN y de ARENA, que se opusieron rotundamente a dar su apoyo para dichas iniciativas.
Lo que quiero hacer ver es que tanto ARENA como el FMLN han tenido desde su existencia acuerdos y pactos oscuros; en la guerra civil tuvieron su primer acuerdo con grupos delincuenciales o terroristas en el cese del conflicto armado; además, consolidaron su pacto por la inseguridad del país uniendo fuerzas para boicotear al Ejecutivo en el Plan Control Territorial, y para rematar y dejar claro que su alianza no es más que perversa y que no tienen la mínima intención de ayudar al pueblo salvadoreño, unen nuevamente sus fuerzas para no dar los votos al Gobierno en el combate a la COVID-19, bloqueando desde el inicio el trabajo del Gobierno encabezado por el presidente Nayib Bukele.
Sabemos que la COVID-19 a escala mundial ha causado gran impacto socioeconómico y de salud, generando millones de muertes, ha desestabilizado la economía por la infinidad de desempleos ocasionados, ha afectado la salud mental, la educación, etcétera. En fin, ha transformado nuestra vida en todos los ámbitos, y con todo esto no puedo dejar de hacerme la siguiente pregunta:
¿Qué ha sido más dañino para El Salvador: los gobiernos de ARENA y del FMLN o la COVID-19?