José Eduardo Mixco Rivas, Carlos Rafael Barillas Flores, Federico Antonio Barillas Flores e Irving Pavel Tóchez Maravilla fueron acusados formalmente por la Fiscalía General de la República (FGR) ante el Juzgado Décimo Primero de Paz por el delito de lavado de dinero y activos en perjuicio del orden económico. Todos están vinculados con el caso «Destape a la corrupción» en el que el principal involucrado es el expresidente Antonio Saca.
Otros cinco imputados que están ausentes, para los cuales ya han girado la detención y posteriormente la FGR tramitará la difusión roja con la Interpol. La acusación incluye también a cinco empresas.
La audiencia inicial se realizará el domingo 21 de marzo a las 10 de la mañana.
El requerimiento fiscal detalla que los imputados movilizaron $16,012,665.55, dinero que tenía como origen la cuenta Institucional de la Presidencia, en el periodo del presidente Saca 2004-2009.
«La modalidad de los imputados para lavar el dinero es que recepcionaron fondos en sus cuentas personales y en cuentas de la sociedad, dinero que provenía de Casa Presidencial, específicamente de las cuentas institucionales, estos fondos fueron sustraídos de forma ilegal en el periodo de Saca», reveló el fiscal del caso.
Agregó que los imputados recibieron los fondos en cuentas personales y en cuentas donde los investigados son socios o representantes legales. El representante fiscal afirmó que tienen abundante prueba documental, entre esta un análisis financiero de donde se determina la participación de los involucrados y el delito cometido, también detalló que cuentan con prueba testimonial.
El día de la captura, el director de Intereses del Estado de la Fiscalía, German Arriaza, explicó que los acusados participaron en diferentes modalidades de lavado de dinero, básicamente en actividades de colocación, estratificación y de integración de cuentas utilizadas en ese período presidencial.
Ese día, el ministerio público indicó que fue girada orden de captura [pero aclararon que todavía no ha sido ubicado] en contra de Tóchez Maravilla quien era auditor de las empresas de Saca. No llegó por casualidad, sino porque ganó experiencia como director de Impuestos Internos en el Gobierno de Calderón Sol. Y en la gestión del corrupto ex presidente Mauricio Funes fue designado como director Ejecutivo de la CEL. Era socio de Tóchez Fernández Limitada.
La Fiscalía acusa al exfuncionario de asesorar a publicistas vinculados en el caso Saca para que los fondos que eran desviados desde Casa Presidencial pasarán a ser reflejados como dinero recuperado de cuentas en el extranjero.