El expresidente Elías Antonio Saca confesó en 2018 que Irving Pavel Tóchez Maravilla fue el asesor de confianza que lo ayudó desviar fondos públicos de las arcas del Estado durante su gestión en 2004 al 2009. Dos años después de dicha confesión, la Fiscalía ahora busca al exdirector ejecutivo de la CEL por haber desviado $16 millones junto a otros tres imputados.
Tóchez Maravilla, quien está prófugo, junto a José Eduardo Mixco Rivas, Federico Antonio Barillas y Carlos Rafael Barillas Flores acusados de los delitos de lavado de dinero y activos, son vinculados con el caso «Destape a la corrupción».
«Estas personas y otras participaron en diferentes modalidades de lavado de dinero, básicamente en actividades de colocación, estratificación y de integración de cuentas utilizadas en ese período presidencial», confirmó German Arriaza, director de Intereses del Estado de la Fiscalía.
La Fiscalía acusa a Tóchez Maravilla de asesorar a publicistas vinculados en el caso Saca para que los fondos que eran desviados desde Casa Presidencial pasarán a ser reflejados como dinero recuperado de cuentas en el extranjero.
Tóchez Maravilla era auditor de las empresas de Saca. Estuvo como director de Impuestos Internos en el Gobierno de Armando Calderón Sol (1994-1999). En la gestión del corrupto ex presidente Mauricio Funes también fue designado como director Ejecutivo de la CEL.
Tóchez es sobrino de Rosalío Tóchez, ex presidente de la Corte de Cuentas que fue señalado de entregar finiquito exprés al prófugo Funes, uno de los que junto a Saca, saquearon al Estado de manera escandalosa.
Vinculado a la corrupción
Saca, quien admitió sus delitos para bajar su pena, señaló que Tóchez le recomendó beneficiarse de los fáciles controles de la Corte de Cuentas de la República. Para ello, crearon cinco empresas fantasmas para poder lavar los fondos a través del supuesto pago de publicidad estatal.
El ex mandatario dijo que se crearon las sociedades con personas de confianza con las que se fingió la contratación de publicidad de Capres. Saca dijo que las sociedades de nombre R.M, R.E. y OSAD, todas sociedades anónimas de capital variable, eran controladas por Tóchez.
«Para ese momento, propuse sustraer otras cantidades mayores de dinero, pero no sabía cómo evitar que fuera rastreado hacia este servidor o su origen. Por lo que le consulté a una persona que se desempeñaba como contador y auditor de confianza, el señor Irving Tóchez Maravilla -del Despacho Tóchez Fernández Limitada», explicó el corrupto.
Según Olimpo, testigo en el caso contra Saca, el propósito fue simular contratos para luego pasar el dinero al Grupo Samix, S. A de C.V. y Promotora de Comunicaciones S.A de C. V., vinculadas al expresidente Saca, a su esposa Ana Ligia Mixco Sol de Saca, Óscar Edgardo Mixco Sol y otras tres sociedades.
Olimpo, en su testimonio dijo que los fondos, producto de ese negocio, se registraron en la contabilidad como «recuperación de cuentas en exterior» de una sociedad identificada como Rivera Crespín Inversiones y que recibieron el asesoramiento de Irving Tóchez, para evitar la detección de la administración tributaria y otras investigaciones. Facturando como servicio en el exterior habían investigado que no se pagaba impuestos.
El hermano de Tóchez, Laabin Nimrod Tóchez Maravilla, también está prófugo y es vinculado en el caso del expresentador Jorge Hernández, socio de Saca en el lavado de dinero.
Saca ya recibió una condena de diez años tras haber admitido varios delitos de corrupción, de haber robado y lavado de dinero. El expresidente y su círculo más íntimo sustrajo $301 millones del dinero de la Presidencia.