La Fiscalía General de la República (FGR) hizo efectiva la orden de extinción de dominio de propiedades a nombre de Luis Alfonso Amaya Pineda y su grupo familiar, quienes son procesados por el delito de tráfico ilícito de drogas.
La Fiscalía informó que en total son 139 inmuebles a los que se les aplicará la medida, la cual fue ordenada por el Tribunal Especializado de Extinción de Dominio, de los que el fiscal del caso explicó que «se están materializando 22 inmuebles que pertenecen a la familia de Luis Alfonso Amaya Pineda, Zaida Lisseth Candel Osorio, Juan Alfredo Amaya Pineda y la señora Iris del Rosario».
Entre las propiedades que han sido intervenidas hay ranchos de playas, así como residenciales de lujo situados en diferentes zonas del país. Además de las propiedades, las autoridades intervendrán 26 vehículos que pertenecen a este grupo familiar, el cual según la versión de Fiscalía «se dedicaban a la actividad de tráfico ilícito de drogas».
Estas acciones también incluyen seis productos financieros (cuentas bancarias) que tienen un valor de $1.4 millones. El fiscal agregó que los inmuebles materializados están valuados en $4 millones y «todos estos bienes van a pasar a la administración del Consejo Nacional de Administración de Bienes (Conab) para que a futuro pasen a formar parte del patrimonio del Estado».
Amaya Pineda y Candel Osorio fueron arrestados por la Policía en febrero pasado en una vivienda situada en la residencial Bosques de Santa Elena Sur, Antiguo Cuscatlán, La Libertad, donde se les incautó siete kilos de cocaína y otras diez porciones de diferente tamaño valuada en $197,449.90.
Fiscales de la Unidad Especializada Delitos de Narcotráfico tienen perfilado a Amaya Pineda como cabecilla de una estructura de narcotráfico que transporta droga desde Costa Rica y Panamá, y que tiene nexos con la Mara Salvatrucha.
En otra causa penal, Alfredo Amaya Pineda, hermano de Alfonso Amaya, fue detenido el 5 de octubre del 2022 en la colonia Santa Clara, municipio de Cojutepeque, Cuscatlán, después de que las autoridades le encontraron enterrados en su casa de habitación 39 kilos de cocaína.