«Le decimos al pueblo boliviano con seguridad, tal cual controlamos la pandemia del COVID-19, lo estamos haciendo con la viruela símica, la tosferina o coqueluche, así como lo estamos haciendo con el dengue. Estamos saliendo adelante», afirmó el ministro, al hacer una evaluación epidemiológica de lo que va del año.
Auza refirió en conferencia de prensa los resultados de las estrategias llevadas a cabo por el gobierno para contener estas enfermedades en el país sudamericano.
En cuanto a la COVID-19, el ministro sostuvo que la nación registra 10 semanas con una desescalada de contagios dentro de la sexta ola de la pandemia.
Bolivia registró la última semana epidemiológica 523 contagios de la COVID-19, una disminución del 23 por ciento con respecto al período previo, cuando se tuvieron 681 casos, mientras que la tasa de letalidad continúa en 0,1 por ciento, tras experimentar 6,2 por ciento en la primera ola.
La nación sudamericana acumula hasta el domingo 1.195.171 casos confirmados de la COVID-19 y 22.368 decesos relacionados con el virus desde el inicio de la pandemia en su territorio, el 10 de marzo de 2020.
Respecto al dengue, el ministro de Salud y Deportes consideró que es «muy alentador» tener una disminución de casos como registran las dos últimas semanas.
Durante la semana epidemiológica número 11 sólo se tuvo una persona fallecida por esta causa y una tasa de incidencia del 0,3 por cada 100.000 habitantes.
Con relación a la viruela del mono, ya no existe un sólo caso activo en el país, aunque las autoridades aún recomiendan a la población sostener las medidas de bioseguridad para evitar un nuevo brote, tras haber llegado a 265 casos.
En cuanto a la tosferina, el gobierno boliviano declaró en noviembre del año pasado alerta epidemiológica por un rebrote de la enfermedad, luego del registro de cuatro casos tras nueve años de su erradicación.