Afinales de 2019, el presidente de El Salvador hizo una visita oficial a China y firmó el Convenio Marco para la Asistencia Económica y Técnica entre el Gobierno de la República Popular China y el Gobierno de la República de El Salvador, en el que se establecía que China donaría la construcción de varias obras de infraestructura en El Salvador. Pocos días después de la visita de Bukele a Pekín, una delegación de expertos chinos visitó nuestro país, en diciembre de 2019, para identificar las características específicas del sistema de agua potable y alcantarillado de los paseos marítimos del proyecto gubernamental Surf City.
En China el crecimiento de la población, el proceso de urbanización y el mejoramiento de la calidad de vida se han expresado en un fuerte aumento de la demanda de bienes y servicios, algunos de ellos con limitaciones para producirse en ese país por aspectos climáticos; en los últimos años, el enfoque de las inversiones de China en el extranjero ha pasado del sector de las materias primas al de la manufactura, los servicios y la infraestructura, lo que abre oportunidades para que países de escasos recursos, como El Salvador, se beneficien de las inversiones realizadas por las empresas de ese país. China es el país que más invierte en deuda contraída por los países. El desarrollo científico y tecnológico de ese país ha sido muy dinámico, compitiendo en la actualidad con los países más desarrollados.
El mejoramiento de las relaciones económicas con China es una necesidad estratégica para la recuperación económica pospandemia y nuestro desarrollo económico y social de los próximos 20 años. China es el segundo país de origen de nuestras importaciones, las compras directas a China representan el 47 % de las que se hacen a EE. UU., pero es el noveno país de destino de nuestras exportaciones: le vendemos a China solo el
2 % de las realizadas a EE. UU. Uno de los productos que han experimentado el mayor crecimiento de las exportaciones a China es el azúcar.
No obstante que el mercado salvadoreño es prácticamente insignificante para China, las posibilidades de mejoramiento económico del país se expresarán en una ampliación y profundización de este mercado. El principio por el cual se rige la política exterior de China es que los países con los cuales se relacionan también salgan ganando económica y socialmente.
Tenemos que negociar con China y lograr lo siguiente: que las empresas chinas nos compren más productos y que inviertan en el país; que los turistas chinos vengan a disfrutar de nuestras bellezas naturales y nuestra gastronomía; que el sistema financiero de ese país nos preste dinero pagadero a 30 años a una tasa de interés relativamente baja; que se incremente el número de estudiantes salvadoreños en China; obtener asistencia técnica y científica para nuestras universidades e institutos tecnológicos, pequeños y medianos empresarios de la industria, el comercio y los servicios; así como a los ministerios de Salud, Justicia y Seguridad Pública, Economía y Relaciones Exteriores.
El instrumento jurídico que incorpore los acuerdos a que se lleguen es un Tratado de Libre Comercio que incorpore un capítulo relativo a la cooperación, así como lo hizo Costa Rica en 2010.