El juicio en Nueva York a Juan Orlando Hernández entró este viernes en una fase decisiva con el testimonio de Fabio Lobo, hijo de su predecesor en la presidencia de Honduras, quien pareció estar dispuesto a hundir al exmandatario, acusado de narcotráfico.
Condenado a 24 años de cárcel en Estados Unidos también por narcotráfico, Lobo aseguró que había pagado $450,000 dólares para la campaña presidencial en los comicios de 2013 de Juan Orlando Hernández, acusado de crear un narcoestado en Honduras durante sus dos mandatos (2014-2022) protegiendo el tráfico de drogas y armas.
El primer pago de $200,000 lo hizo a la hermana del expresidente Hilda Hernández. El segundo, de $250,000, se lo hizo personalmente al candidato en su casa en Olancho a cambio de que le ayudara a obtener contratos del gobierno para sus empresas y las de sus amigos, los líderes del cártel de Los Cachiros, e «información logística» para el tráfico de drogas.
Lobo también acusó a su padre, al exmandatario de Honduras, Porfirio Lobo Sosa (2010-2014), haber recibido «aportes» de los Cachiros, a cambio de «protección» para que no fueran extraditados, pero pese al intento de la defensa de Hernández, no reveló ni el monto de los pagos ni la implicación de su padre con el narcotráfico.
A la pregunta de por qué no había contado esta información a la fiscalía cuando fue detenido en 2015 en Haití, Lobo, exjuez de la Corte Suprema y abogado, reconoció que entonces no le dijo nada al juez.
No lo hizo hasta enero de 2023, en el marco de su cooperación con la fiscalía a cambio de una remisión de condena, admitió ante la insistencia del abogado.