Sí, a dos horas del juego amistoso entre Perú y El Salvador, hinchas salvadoreños irrumpieron en el campo abierto que está frente al estadio Audi Field, de Washington, para colocar una camisa gigante con la 11 del Mágico.
Fue el despertar de la hinchada cuscatleca que había estado fría anteriormente. Pero la leyenda del mejor jugador en la historia de El Salvador los incentivó, tanto que hasta el tamboreo apareció.
Los barristas cuscatlecos hicieron todo lo que estuvo a su alcance para poder introducir al estadio la 11 gigante, pero las autoridades del Audi Field dijeron que no, no se sabe bajo qué argumento.
Con la camisa del Mágico, la barra cuscatleca dejó pequeño el carnaval peruano y el azul y blanco pasaron a predominar.
Luego, el vamos, Selecta se escuchó al unísono. De verdad que parecía una sucursal del estadio Cuscatlán. Era casi el ambiente de un juego eliminatorio de la Azul, en la cancha del Monumental.
Antes de eso, hubo pupusas, mango sazón (a $5 la bolsa) con salsas especiales, música de los Hermanos Flores, con su canción Mi país y otras, y las banderas y camisas de los equipos de la primera división.