Las posibilidades de trabajo se reducen cada vez más para el salvadoreño Josué Joaquín
Soto, de 27 años, un bartender que solo ha podido laborar durante tres meses en el año en la ciudad de Málaga, en la provincia Andalucía, España, a causa de la pandemia por la COVID-19. Sus alternativas de moverse a Madrid o Barcelona quedaron nulas luego de que Europa aplicó desde la semana pasada toques de queda nocturnos y España decretó el segundo estado de alarma por la amenazante segunda ola de contagios en la región.
El ministerio de Sanidad de España reportó hasta ayer más de 1,098,320 casos acumulados por coronavirus, mientras que las estadísticas señalan que más de 35,000 personas fallecieron por la misma enfermedad.
Soto considera que no soportará más restricciones, pues de marzo a mediados de junio de este año logró estabilizarse económicamente con la ayuda del Gobierno y sus ahorros, pero para diciembre de 2020 su situación se encuentra en incertidumbre, más cuando sus horas laborales en hostelería se reducen por el toque de queda dictado por el Gobierno.
En España, el presidente Pedro Sánchez otorgó competencias a las comunidades autónomas para que valoraran su situación epidemiológica y aplicaran los toque de queda.
En el caso de la provincia de Andalucía, la medida fue impuesta por el presidente de la junta del sector, Juan Manuel Moreno Bonilla, de 11 de la noche a 6 de la mañana.
«Nosotros vivimos del comercio y hostelería. Los restaurantes normalmente cerraban cocina a las 11 de la noche, pero las terrazas permanecían abiertas hasta la una de la madrugada; con el toque de queda todos los establecimientos tienen que estar cerrados a las 11, si ya estábamos afectados por el poco turismo, ahora estamos peor», detalla el salvadoreño, quien vive en España desde hace 10 años.
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Soto asegura que el encierro no es igual al de marzo pasado, cuando el brote empezó y el Gobierno decretó un confinamiento total; sin embargo, las pérdidas se sienten más porque
no aprovecharon el verano, que se desarrolla de junio a septiembre, cuando el turismo aumenta.
El presidente de España se dirigió el 25 de octubre con un mensaje a la nación cuando entró en vigencia el estado de alarma: «El marco legal y constitucional está listo. El nuevo estado de alarma nos da la herramienta más eficaz para limitar la movilidad y los contactos para así frenar al virus».
El Gobierno solicitará hoy al Congreso una extensión de seis meses del estado de alarma, para que culmine hasta el 9 de mayo de 2021, en su intento de frenar las cifras por contagios.
El plazo no es inamovible; si España supera antes la emergencia, la restricción se dejará de aplicar de inmediato, pero ese es el plazo necesario con base en la ciencia por hoy».
Pedro Sánchez, presidente de España